Parece que el dolor de espalda es algo a lo que tenemos que ir a acostumbrándonos poco a poco. Durante mucho tiempo ni siquiera pensamos en eso. Durante la infancia podemos soportar acostarnos en cualquier lado, en la adolescencia y cuando comenzamos a independizarnos no es una molestia dormir en el peor sillón del mundo, pero llega un día en el que simplemente por no tener una almohada entre las piernas, el día siguiente es una tortura.
Nuestra espalda nos da apoyo y estabilidad toda la vida, más que cualquier persona. Por eso debemos tratarla con respeto e intentar darle el descanso y tonificación que necesita. Esto no implica que tengamos que forzarla con extenuantes ejercicios que le den más musculatura, no, se trata de tonificar para que la memoria muscular comience a trabajar y haga lo que sabe hacer mejor, ayudarte.
Se trata de que a través de un ejercicio suave, tu espalda sienta los estímulos para fortalecerse y comenzar a construir más tejido, pero no de una manera invasiva, sino a través del trabajo suave.
Posición para lograrlo
Algunos le llaman Viparita Karani o simplemente, dicen que es la posición de las piernas sobre una silla contra la pared. Lo que debes hacer es simple: acuéstate bocarriba en el piso con las piernas sobre una silla, pero es aún mejor si sólo subes tus talones.
Después mueve las rodillas hacia la derecha, exhala y llévalas al centro de nuevo cuando inhales, esto permitirá movimiento sin que se abra la pelvis. Si metes los abdominales, podrás ver que tu oblicuos se ejercitan y así, con el mínimo esfuerzo, comenzarás a darle tonificación a tu espalda.
Si puedes hacer tres series de quince repeticiones, hazlas, o por lo menos ve poco a poco hasta que llegues a ese número con el que realmente podrás sentir cómo se reducen las molestias en la espalda poco a poco.
Mucha gente cree que el ejercicio nos mantiene sanos por la fuerza que usamos, pero la realidad es que el yoga es una manera perfecta de permanecer saludable, pues la elasticidad es clave para la vida diaria.
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