Si pensaste que la única manera de tener un abdomen plano era hacer cientos de abdominales por día, estabas equivocado. Cada cuerpo es distinto y, por lo tanto, necesita cuidados particulares. El entrenador James Duigan ha identificado cinco tipos de panzas. Cada una de ellas requiere un enfoque distinto para llegar al ansiado vientre plano. Identifica cuál es el que te corresponde para lograr verte mejor de manera saludable.
1. Panza de neumático
Identificación
Este tipo de panza suele ser característico en aquellas personas que llevan una vida sedentaria, probablemente como consecuencia de trabajos de oficina que las mantienen mucho tiempo detrás de un escritorio. También es posible que corresponda a quienes mantienen un vínculo emocional con los alimentos azucarados. Suele estar acompañada de grasa en las piernas y en la zona de las caderas.
Malos hábitos asociados
- Poco ejercicio - Mucho consumo de azúcar, carbohidratos refinados (galletas, pasteles, pan blanco) y carbohidratos con almidón (pastas, arroz).
Plan de cambio
Este tipo de panza es uno de los más sencillos de eliminar, ya que su origen se encuentra en la mala alimentación y la falta de ejercicio. - Reduce el consumo de alcohol El alcohol evita que quemes grasas hasta que tu cuerpo lo haya procesado. Además, es una fuente de azúcar que va directo a tu cintura. - Revisa tu dieta Evita los aperitivos light. Cámbialos por alimentos frescos no elaborados, como las verduras orgánicas. También procura comer grasas que sean buenas para tu salud, como las que contienen el aguacate o las nueces. Estas estimularán tu cuerpo para que queme la grasa de la zona abdominal. También será importante que dejes de lidiar con los problemas o recompensarte comiendo cosas dulces. - Ponte en movimiento El ejercicio es fundamental para esta clase de panza, aunque no es necesario que vayas a un gimnasio. Puedes hacer yoga o dar largas caminatas, y hacer zancadas o sentadillas en tu hogar.
2. Panza por estrés
Identificación
Este tipo de panza suele corresponder a personas demasiado perfeccionistas. También se vincula con problemas digestivos tales como el intestino irritable, que puede causar hinchazón. El abdomen suele ser bastante duro al tacto y el peso se encuentra alojado en el diafragma y la zona umbilical. Esto se debe a que el estrés hace que nuestro cuerpo produzca cortisol, hormona que hace que el cuerpo se aferre a la grasa de la zona del estómago.
Malos hábitos asociados
- Saltarse comidas - Abusar del sistema suprarrenal con un excesivo consumo de cafeína. - Mucho consumo de comida chatarra por conveniencia.
Plan de cambio
- Duerme bien Probablemente hayas notado que comes más cuando estás cansado. En estas situaciones, nuestro cuerpo suele pedirnos alimentos azucarados para obtener un shock energético instantáneo. Esto se debe a que dormir mal interrumpe la producción de leptina, que es la hormona que ayuda a regular el apetito y el metabolismo. Hacer estiramientos y posturas de yoga por la noche puede ayudar a disminuir los niveles de cortisol. También puedes relajarte con té de hierbas como la manzanilla. - Limita el consumo de café Para luchar contra el agotamiento, medita, adopta estrategias de relajación con respiración profunda, y toma largos baños antes de acostarte. Limita el consumo de café a no más de dos tazas diarias. - No exijas tu cuerpo demasiado Los ejercicios cardiovasculares demasiado intensos aumentan los niveles de cortisol. Opta por hacer yoga, caminar o hacer trabajo de resistencia con pesas. Esto te dará fuerza y calmará tu cuerpo. - Consume magnesio Este mineral es ideal para las panzas estresadas. Lo puedes encontrar en las verduras de hoja verde, las nueces de Brasil y las semillas.
3. Pancita
Identificación
Suele asociarse a quienes tienen carreras exigentes y vidas ocupadas. Puede corresponder a personas adictas al gimnasio, que por estar atrapadas siempre en la misma dieta y rutina de ejercicios, no logran reducir la parte baja del abdomen.
Malos hábitos asociados
- Exceso de ejercicios abdominales y el uso de elementos de gimnasia rebuscados, que tensionan los flexores de la cadera y la espalda baja. Como consecuencia, la panza sobresale.
Plan de cambio
- Procura nutrirte y comer mucha fibra Esto es fundamental para reducir la inflamación, la hinchazón y acabar con el estreñimiento, que suelen empeorar este tipo de panzas. Consume vegetales de hojas verdes, avena y granos integrales para incorporar más fibra en tu dieta. Beber mucha agua también te ayudará a reducir la inflamación. - Cambia los abdominales por las lagartijas Los abdominales mal hechos acentúan la curva inferior de la espalda, marcando más la parte baja del abdomen. Por eso deberías comenzar a hacer lagartijas. Acuéstate boca abajo sobre una colchoneta y apóyate en tus antebrazos. Empuja para levantarte sobre los dedos tus pies. Comienza haciendo estos ejercicios por diez segundos y sigue hasta lograr resistir un minuto entero. - Desecha las pesas Al hacer pesas, se quema mucha grasa en un tiempo reducido. Opta por hacer repeticiones de ejercicios tales como sentadillas o zancadas para trabajar conjuntos musculares individuales.
4. Panza de embarazada
Identificación
Corresponde a mujeres que han dado a luz en los últimos años y tienen poco tiempo para sí mismas. Es necesario volver a entrenar el piso pélvico y bajo vientre para aumentar el flujo de sangre y fortalecer los músculos flojos.
Malos hábitos asociados
- Comenzar a hacer ejercicio inmediatamente después de parir. - Estresarse por recuperar el peso anterior al embarazo.
Plan de cambio
- Procura comer grasas buenas Podrás encontrarlas en las nueces, el aceite de oliva, el aguacate, las aceitunas y las semillas de chía. Además de ayudarte a quemar grasas, son buenas para luchar contra el cansancio. - Ejercita el piso pélvico Los ejercicios de Kegel aplanan el abdomen de adentro hacia afuera. Para hacerlos, aprieta y relaja los músculos del piso pélvico. Haz 15 o 20 repeticiones en cinco sesiones diarias. - Evita los abdominales Después del parto, los músculos que descienden de la línea media del abdomen se separan. Necesitas dejar que se recuperen. En vez de hacer abdominales, ponte en cuatro patas y respira profundamente, llevando el aire a la panza. Luego, exhala lentamente. - Descansa bien Intenta tomar siestas durante el día y hacer estiramientos antes de acostarte. Esto te permitirá restaurar hormonas del sueño para aumentar la quema de grasa.
5. Panza hinchada
Identificación
Suelen ser panzas que se ven planas por la mañana pero se hinchan durante el día. Esto es producto de intolerancias alimentarias, alergias o intestinos perezosos que resultan de una dieta pobre.
Malos hábitos asociados
- Comer siempre los mismos alimentos sin notar que se es intolerante a ellos.
Plan de cambio
- Identifica tu intolerancia Las más comunes suelen ser al trigo y el gluten (pan, pastas, pasteles, pizzas, tartas y cereales), al alcohol, la levadura (en magdalenas, cerveza y pasteles), y a los productos lácteos procesados (queso, leche, mantequilla). - Conoce tu vientre Experimenta para averiguar qué le hace mal. Por ejemplo, elimina el gluten de tu dieta por 15 días para ver si tu distensión abdominal se reduce o empeora cuando vuelves a consumirlo. - Come bien Para luchar contra un intestino perezoso, convierte el desayuno en tu comida más grande, ya que la mañana es el mejor momento para hacer la digestión. Evita cenar muy tarde y siempre mastica bien los alimentos. También deberías beber mucha agua para mantener tu sistema digestivo en funcionamiento. - Cuida la salud de tu intestino La hinchazón también puede ser producto de una flora intestinal desequilibrada. Para solucionar este problema, necesitas consumir crema agria, ajo y cebolla. - Haz ejercicios de respiración Recuéstate boca arriba y relájate. Respira profundamente con tu abdomen 10 veces. Esto te ayudará a reducir tu panza. También puede ser bueno caminar después de comer.
Fuentes: 5 Tipos de panza y a qué se debe cada una How to tame your tum: Is yours a spare tyre or a stress bulge? Finding out your tummy type is the key to getting a perfect midriff