Hay muchos ejercicios en apariencia sencillos, pero que pueden traer muchos beneficios al cuerpo. El ejercicio de hacer la plancha es uno de ellos. No por nada, es uno de los más en boga últimamente.
Se trata de un ejercicio isométrico, es decir, estático. El desafío es mantener la postura de la plancha el tiempo suficiente. Aunque dicho así puede parecer muy fácil , al momento de realizarlo, especialmente si no estamos entrenados, no es algo tan sencillo.
A pesar de su cierta complejidad, teniendo constancia puede traer numerosos beneficios al cuerpo, no sólo estéticos sino también de salud.
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¿Cómo se hace?
- El ejercicio consiste en en elevar el cuerpo y ponerlo en paralelo al suelo, apoyado con los antebrazos en la parte delantera y la punta de los pies atrás. Así, todo nuestro torso queda en posición de “tabla”.
- Lo mejor de este ejercicio es que, en un único movimiento se trabaja una gran cantidad de musculatura. Especialmente el recto abdominal.
- Ante la necesidad de mantener la postura, también trabajan los hombros, el pecho y hasta los tríceps. En cuanto a la parte inferior del cuerpo, también se trabaja la cadera y el recto anterior del cuádriceps.
Si bien luego hay muchísimas variantes, esta es la más común.
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¿Cuánto tiempo?
Lo ideal sería mantener la postura alrededor de un minuto cada día, pero aunque no lo creas, eso es mucho tiempo.
Para las personas que no están acostumbradas a hacer ejercicio, es recomendable comenzar con 30 segundos o menos, e ir aumentando el tiempo a medida que se van desarrollando los músculos.
Si tienes la constancia suficiente como para hacerlo todos los días durante un mes, notarás grandes cambios.
Beneficios
- Principalmente, se trabaja la parte abdominal de nuestro cuerpo. Sin embargo, y a pesar de lo que muchos dicen, para ver un cambio estético en poco tiempo es necesario acompañarlo de una alimentación sana.
- De todos modos, aunque no se vea un cambio radical en un mes de repetir el ejercicio todos los días, ese cambio sí se sentirá.
- Hacer la plancha con constancia permitirá sentir más fuerza en los abdominales, en los brazos y las piernas.
- Además, genera una mejor flexibilidad en músculos a los que generalmente se tiene desatendidos, como los que se encuentran alrededor de los hombros, clavículas y escápulas. Incluso notarás una diferencia en los dedos de los pies.
- Finalmente, se trata de un ejercicio ideal para mejorar el dolor de espalda y la postura. Al fortalecerse los músculos del torso y de la espalda, se reduce el dolor en esta, además de mejorarse la postura notablemente.
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