El cáncer de mama es el crecimiento de tumores malignos en el tejido de la glándula mamaria con la probabilidad de invadir otros tejidos de alrededor. Sin embargo, el 95% de los cánceres de mama son curables si se detectan a tiempo.
Según la concepción de la Medicina Tradicional China, el Hígado es el principal órgano afectado por cualquier proceso oncológico, aunque se haya originado en un órgano diferente.
Para entender esto es necesario saber que la Medicina Tradicional China entiende los órganos como conjuntos que abarcan más que su función fisiológica específica.
En este sentido, para la Medicina Tradicional China las mamas son reguladas por el hígado, ya que su meridiano o línea de energía circulante las atraviesa.
Desde esta concepción, el tumor es entendido como una obstrucción o un bloqueo generado por un mal funcionamiento en ese órgano.
Según la Medicina Tradicional China es posible prevenir la formación de células cancerosas a través de la alimentación. Por esto, desde esta concepción será central depurar el hígado y evitar consumir ciertos alimentos que puedan afectar su funcionamiento.
¿Cuál es la relación entre el cáncer y el consumo de proteínas de origen animal?
Las proteínas de origen animal, debido a su composición y la cantidad de grasas que contienen, le generan al hígado un gran trabajo, entorpeciendo su normal funcionamiento y dificultando la eliminación de toxinas del cuerpo. Esto genera una mayor predisposición a contraer enfermedades.
Además, la principal proteína láctea, llamada caseína, es el principal factor en la formación de células cancerosas. Su toxicidad fue comprobada en 1983 en la Universidad de Cornell de Estados Unidos. Esta proteína se digiere por enzimas que se encuentran en su mayoría en el hígado. Al hacerlo, el cuerpo genera otra sustancia tóxica, la Aflatoxina, precursora de las células cancerosas. Poco a poco la medicina occidental va reconociendo los diferentes principios de la medicina oriental, por ejemplo hace poco tiempo Harvard descartó los lácteos de una dieta saludable.
Cómo prevenir el cáncer de mama cambiando tu consumo de proteínas
A diferencia de las proteínas animales, las de origen vegetal no generan toxicidad y tienen efectos antiinflamatorios y desintoxicantes. Puedes incorporarlas a tu cuerpo ingiriendo legumbres, granos, semillas y verduras.
Además, los alimentos de origen vegetal son ricos en nutrientes y altos en fibras. Producen y regeneran células y tejidos del cuerpo, retrasando el envejecimiento y ayudando en la eliminación de toxinas.
Para prevenir el cáncer, se recomienda reducir el consumo de lácteos procesados industrialmente, que intoxican nuestro cuerpo, y reemplazarlos por alimentos de origen vegetal.
Es importante, en este sentido, tomar conciencia de los ingredientes que están incluidos en muchos de los alimentos comercializados como la leche en polvo de las galletas. Es importante, por ejemplo, aprender qué diferencia existe entre un alimento sin procesar, uno procesado y uno ultraprocesado.
Además, cuando sea posible, se recomienda consumir lácteos provenientes de animales de pastoreo, sin aditivos o conservantes como los lácteos comercializados en los supermercados.
Pasos para desintoxicar el organismo
Para regularizar el funcionamiento de nuestro hígado y, por lo tanto, también de todo nuestro organismo, es fundamental la desintoxicación. Siguiendo los siguientes consejos podrás ayudar a aliviarlo para prevenir la formación de células cancerosas.
1. Come menos cantidades y más liviano.
2. Elimina o reduce los alimentos que intoxican al hígado, como aquellos de origen procesado, industrial, con conservantes, químicos, productos light, enlatados, embutidos, fritos, lácteos industriales (leche, yogurt, manteca, crema, queso crema), harinas blancas y granos blancos refinados (pastas, arroz blanco), gaseosas, aguas saborizadas o jugos en sobre.
3. Reduce o elimina el consumo de alimentos de origen animal como pescados, carnes, huevos y quesos.
4. Incluye en tu dieta alimentos que reducen la formación de células cancerosas, como los siguientes:
- Verduras, especialmente ajos, cebollas, remolachas, y las crucíferas que contienen altos contenidos de quercetina y componentes azufrados beneficiosos.
- Granos y legumbres integrales como arroz integral, mijo, quínoa, porotos, lentejas, garbanzos y tofu.
- Especias como la cúrcuma, agente anti-cancerígeno.
- Frutas como los frutos rojos, limones y manzanas.
- Semillas saludables y aceites de calidad (en lo posible orgánicos), especialmente lino, chía y calabaza.
- Algas como la Chlorella y espirulina.
- Distintos Tipos de panes integrales y de origen orgánico.
De todas formas, más allá de estas sugerencias se recomienda consultar a un profesional para que te guíe en el proceso y pueda dignosticarte y tratarte de la manera más adecuada para ti. De todas formas, la incorporación de hábitos saludables puede ayudarte a reducir hasta un 40% las posibilidades de contraer cualquier tipo de cáncer.
Ten en cuenta además de llevar una alimentación saludable, proteger el cuerpo de la exposición solar, evitar los excesos de peso, realizar actividad física regular, evitar el cigarrillo y el alcohol. En el caso particular del cáncer de mama además puedes realizarte un autoexamen para controlarte de manera regular, ya que el cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar antes de que se perciba algún síntoma.
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