Muchas personas suelen levantarse con gran esfuerzo, sin haber descansado, irritables y de mal humor, pero todo eso seguramente lo podemos combatir naturalmente con unos cuantos buenos consejos. ¿Sientes cansancio, agotamiento y necesitas fuerza para comenzar tu día? Una buena forma de revertirlo es practicando algunas posturas de yoga.
La famosa instructora de yoga Tara Stiles explica cómo realizar 7 movimientos que combaten la fatiga y aumentan el vigor. No necesitas nada especial para realizar estas posturas, sólo dedicar unos minutos para realizar esta rutina que te ayuda a recuperar tu energía y sentirte feliz contigo y con los demás.
1. Estiramiento fácil en postura sedente
Siéntate cómodamente con las piernas cruzadas y la espalda recta. Si no te resulta cómodo cruzar las piernas, prueba a sentarte sobre los talones. Apoya las manos sobre los muslos, sin apretarlos. Cierra los ojos e inhala profundamente por la nariz; luego, exhala por la boca despacio. Establece un ritmo de respiración profunda que te haga sentir a gusto y que puedas mantener algunos minutos. Una vez que lo hayas logrado, abre los ojos.
2. Estiramiento en postura de cara de vaca
Coloca una rodilla por encima de la otra y deja que los pies descansen a los lados. Si esta postura te resulta incómoda, no obligues a tu cuerpo a adoptarla. Será mejor que conserves la postura sedente fácil mientras realizas varias respiraciones más. Si te sientes cómodo con las rodillas encimadas, inhala y exhala unas cuantas veces en esa postura. Puedes permanecer con la espalda derecha o inclinar el tronco hacia delante.
3. Flexión lateral sencilla en postura sedente
Apoya la mano y el antebrazo derechos en el suelo, a tu derecha; luego levanta el brazo izquierdo, arquéalo un poco y flexiona el tronco hacia la derecha. Haz varias respiraciones profundas en esta postura. Después, endereza el cuerpo y repite la flexión hacia el otro lado.
4. Flexión lenta hacia delante en postura sedente
Coloca las manos delante de ti, con una separación que sea cómoda, y apoya los antebrazos en el piso. No te preocupes por cuánto logras flexionarte; quizá sólo sea un poco hoy, y mañana un poco más. Mejor concéntrate en tus sensaciones. Permite que tu cuerpo se estire y relaje a medida que respiras.
5. Arqueo de espalda lento en postura sedente
Pon las manos detrás de ti y apoya las yemas de los dedos en el piso. Mientras inhalas profundamente, levanta las caderas y arquea el tronco despacio. Al exhalar, baja lentamente las caderas al suelo y relaja el cuerpo.
6. Estiramientos en posturas de vaca y de gato
Ponte en cuatro patas. Mientras inhalas profundamente, arquea el cuerpo hacia el suelo y mira hacia arriba (vaca). Al exhalar, arquea la espalda hacia arriba, agacha la cabeza y mira hacia tu vientre (gato). Alterna las posturas a intervalos de un minuto.
7. Estiramiento en postura de perro mirando hacia abajo
Partiendo de la postura anterior, inhala profundamente para alzar las caderas y llevarlas hacia atrás, a la postura de perro mirando hacia abajo. Relaja la cabeza, el cuello y los hombros. Para mantener el equilibrio, separa un poco las manos y los pies. Permanece en esta postura mientras haces cinco respiraciones lentas y profundas.
Comenzar el día con una buena actitud y una sonrisa es una ardua tarea para muchos de nosotros, pero el ejercicio físico, aunque sólo se trate de una corta sesión de estiramientos dinámicos nos puede ayudar en esa tarea.
Después de ocho horas de sueño (en el mejor de los casos) en las que hemos estado inmóviles en una postura que posiblemente no sea la mejor para nuestro cuerpo, necesitamos ir despertando a nuestro sistema poco a poco, incluidos los músculos que habrán pasado la noche agarrotados.
Activar la circulación sanguínea, favoreciendo de este modo la oxigenación de los tejidos, nos ayudará a tener más energía y a prevenir la fatiga en nuestras primeras horas del día. Además, desaparecerá la rigidez muscular y mejorará nuestra flexibilidad, una asignatura pendiente para algunos.
Otros hábitos para acompañar este ejercicio.
Una cuestión fundamental es el agua. Lo primero que debemos hacer al levantarnos es beber dos vasos de agua tibia, lo cual activará nuestro organismo y limpiará las toxinas del día anterior. Este sencillo consejo nos permitirá también poner en funcionamiento nuestro intestino, el cual está directamente relacionado con nuestro estado de ánimo.
Otro consejo interesante para las mañanas es tomarse una ducha de agua fría. El agua caliente relaja y el agua fría activa, por lo que por la mañana nos conviene empezar el día con agua fría. Si nos cuesta, podemos empezar a ducharnos con agua tibia mientras nos enjabonamos, pero deberemos terminar con un minuto de agua fría en todo el cuerpo excepto en la cabeza. Al salir de la ducha nos secaremos friccionando bien la piel para entrar de nuevo en calor.
Finalmente, para completar tenemos la parte más apetecible, un buen desayuno, que incluya todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita a primera hora de la mañana. En nuestro desayuno no debería faltar:
- Fruta o jugos de fruta: los cítricos son una de las mejores frutas para comer, ya que dan energía y mejoran el estado de ánimo.
- Cereal: avena, maíz, trigo, espelta, centeno, fundamental que sean integrales para que nos aporten todos sus nutrientes
- Lácteos.