La NASA y otros observatorios rastrean las órbitas de los objetos descubiertos en el Sistema Solar, prestando especial atención a los "objetos cercanos a la Tierra" de 140 metros o más que podrían causar devastación si se cruzaran con la Tierra. Observando sus órbitas, los astrofísicos pueden estimar las futuras órbitas de los objetos y predecir su movimiento en nuestra parte del Sistema Solar.
Hasta ahora, los astrónomos han podido predecir las órbitas de objetos conocidos hasta unos 100 años en el futuro. La buena noticia es que "ningún asteroide conocido de más de 140 metros de tamaño tiene posibilidades significativas de chocar con la Tierra en los próximos 100 años", según la NASA. Una mejor noticia es que un equipo dirigido por Oscar Fuentes-Muñoz, de la Universidad de Colorado en Boulder, ha sido capaz de ir más allá, prediciendo las trayectorias de asteroides de mayor tamaño dentro de 1.000 años.
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El método de estimación
"Evaluar el riesgo de impacto a escalas de tiempo más largas es un reto, ya que la incertidumbre en torno a las órbitas crece. Para superar esta limitación, analizamos la evolución de la Distancia Mínima de Intersección Orbital (MOID en inglés), que limita los posibles encuentros más cercanos entre el asteroide y la Tierra", explica el equipo en su artículo.
"La evolución de la MOID pone de relieve los objetos cercanos a la Tierra que están en las proximidades de la misma durante períodos de tiempo más largos, y proponemos un método para estimar la probabilidad de un encuentro profundo con la Tierra durante estos períodos".
Gracias a este método, el equipo pudo descartar que la mayoría de los objetos cercanos a la Tierra chocaran contra nuestro planeta en los próximos mil años. Según el equipo, la probabilidad de que nos alcancen antes del año 3000 parece bastante baja, ya que el objeto con más probabilidades de chocar contra nosotros, el 7482 (1994 PC1), sólo tiene un 0,00151 por ciento de posibilidades de un encuentro cercano, acercándose a la Tierra más que la órbita de la Luna.
Ciertamente, no se han encontrado todos los objetos, aunque las estimaciones sugieren que se ha encontrado el 95 por ciento de los objetos de más de 1 kilómetro de tamaño, por lo que existe la posibilidad de que uno de los hasta ahora desconocidos se dirija directamente hacia nuestro planeta.
Sin embargo, los impactos de grandes asteroides en la Tierra son bastante raros, lo que se ha podido deducir estudiando los cráteres de impacto en todo el mundo. No obstante, la NASA se ha estado preparando para esta posibilidad, y el año pasado consiguió desviar un asteroide golpeándolo con una sonda.
El equipo espera que su método pueda utilizarse para identificar objetos potencialmente peligrosos, así como para saber cuándo debemos estar atentos a los acercamientos.
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"La clasificación de peligrosidad a largo plazo podría ponerse a disposición de la comunidad de defensa planetaria", concluye el equipo, "ya que los objetos cercanos a la Tierra más peligrosos deberían ser objetos de interés para observaciones más detalladas y futuras misiones de exploración".