Sucedió en el circuito internacional de Monte Fuji, en Tokio, donde Anna Kiesenhofer, una ciclista de Austria logró lo máximo. Ella es una ciclista, de 30 años, relativamente desconocida que asombrosamente ganó el oro olímpico.
Es matemática de profesión con dos diplomas y un doctorado, no pertenece a ningún equipo profesional de ciclismo, aunque probablemente ya estarán intentando conseguir firmarla a un contrato tras su increíble victoria en la competencia de ruta.
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Kiesenhofer lanzó una increíble escapada solitaria, la sostuvo para llegar con más de un minuto de ventaja sobre la campeona mundial de 2019, Annemiek van Vleuten. La ventaja fue tan amplia que la neerlandesa no se dio cuenta que apenas había llegado de segunda, celebrando en la meta como su hubiese ganado.
Impresionante historia
Tras estudiar matemáticas en la Universidad Técnica de Viena y luego obtener otro diploma de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, completó un doctorado en Cataluña en 2016. Actualmente trabaja en la Universidad de Lausana, Suiza, donde combina la investigación con la enseñanza.
La austríaca había empezado su carrera ciclística en 2014, después de sufrir lesiones que le impidieron continuar sus aspiraciones como triatleta. En 2016 formó parte de un equipo aficionado de ciclismo, con el que ganó la clasificación general de la Copa Nacional Española de ese año.
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Ese mismo año se inscribió en el Tour Internacional Femenino de l'Ardèche, Francia, que incluía una etapa con final de montaña en el icónico Mont Ventoux. En esta, Kiesenhofer logró alcanzar a un grupo escapado y luego atacó en la base de la montaña para ganar la etapa de 94,9 km con una ventaja de casi cuatro minutos. Terminó segunda en la general.
La siguiente temporada, a los 26 años, firmó con el equipo femenino de Lotto Soudal, pero después de una serie de abandonos se quedó sin contrato y se retiró del ciclismo durante un año.
Regresó al deporte como aficionada en 2019, ganando la carrera nacional de ruta y el campeonato contrarreloj de Austria, un título que ha repetido dos veces.
Logró poner su nombre en la historia de su país al convertirse en la primera austríaca en ganar una medalla en una carrera olímpica de ruta y la primera en ganar una medalla olímpica en cualquier disciplina del ciclismo en 125 años.
"Es tan increíble. Realmente me he sacrificado mucho para hoy. No esperaba terminar así. Sacrifiqué todo aunque fuera por un puesto en las primeras 15 y ahora logro esto, por los sacrificios, es una recompensa justa, es increíble" dijo.
Antes de la carrera, Kiesenhofer se fundamentó en sus estudios para prepararse para los Juegos Olímpicos. Según el sitio CyclingNews, había publicado en Twitter un gráfico que demostraba su meticuloso proceso de aclimatación, anticipándose a las altas temperaturas de Tokio.
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Fuente: bbc.com