Todos hemos sentido atracción por una persona a la que no sabíamos muy bien cómo acercarnos. A veces, cuanto más te gusta alguien, más complicado puede parecer llamar su atención. Te gana la inseguridad, y el solo hecho de pensar que esa persona puede rechazarte te lleva a no hacer nada.
Lo que necesitas en esos casos es acercarte de manera sutil y encantadora. Desde ya, tienes que saber que el proceso requiere paciencia. Si quieres una respuesta rápida, tu mejor opción es jugar todas las cartas y ver qué sucede.
Pero si piensas que puedes esperar y prefieres hacer un trabajo más fino, entonces necesitas algunas técnicas de seducción subliminal. Ese es el término que se usa cuando buscas atraer a una persona sin decírselo de manera explícita.
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1. Haz que esa persona se sienta bien contigo
Lograr que la persona que te gusta se sienta cómoda en tu compañía es ganar mucho terreno. Eso te permitirá acercarte de a poco, y si quiere pasar tiempo contigo porque se siente bien, te dará espacio para mostrar la mejor versión de ti y seguir seduciéndola.
Sé amable, no generes climas hostiles, muéstrate como una persona relajada, y estarás creando terreno fértil para continuar con tu seducción subliminal.
2. Usa frases que hagan sentir valiosa a la persona
A todo el mundo le encanta sentirse valioso. Por supuesto, a la persona que te interesa también. Entonces, nada mejor para llamar su atención que resaltar sus virtudes.
Si quieres llamar su atención de forma sutil, entonces, una gran manera es que hagas comentarios sobre el valor que esa persona tiene, pero de manera indirecta. Por ejemplo, puedes estar hablando de alguien que te cae muy bien, mencionar algunas de sus virtudes y luego decir: “bueno, se parece un poco a ti”.
También puedes mencionar lo inteligente que es cuando te explica algo, o hacerle algún cumplido.
Con esto no queremos decir que seas falso, solo que aproveches las oportunidades que tengas de decirle las cosas que gustan de su personalidad.
3. Presta atención a lo que le gusta
Si quieres conquistar a alguien de manera sutil, debes prestar mucha atención. Esa será una de tus principales herramientas. Descubre qué le gusta, piensa qué de todo eso tienen en común o qué admiras, e intenta conversar sobre eso.
Puede ser algo sencillo, como decirle que te gusta la ropa que lleva; o puede ser algo más grande, como rescatar su refinado gusto musical o comentarle cuánto admiras la forma que tiene de hablar en público.
4. No olvides el poder de la mirada
Hasta ahora, solo hemos hablado de palabras, pero nuestro cuerpo también tiene mucho poder de seducción. Lo importante, cuando se trata de miradas, es conseguir un equilibrio perfecto.
Si mantienes todo el tiempo la mirada en sus ojos, puedes intimidar a la otra persona. Pero si no usas tu mirada seductora de vez en cuando, estarías perdiendo una gran oportunidad.
Mirar a veces a esa persona a los ojos puede ser una manera contundente de demostrar que sientes algo sin decir una sola palabra.
5. Tampoco te olvides de la sonrisa
En el primer punto te contamos la importancia de hacer que la otra persona se sienta cómoda contigo, y sonreír es una excelente manera de generar ese clima agradable.
Dicen que la sonrisa es el idioma universal, y no tengas dudas de que es así. Siempre que estés a su lado, sonríe, muestra tu optimismo, intenta que tu sonrisa sea lo que mejor recuerde de ti.
Nuevamente, no se trata de actuar con falsedad, sino de demostrar la alegría y el bienestar que te genera su presencia.
6. Acércate de forma casual
Si eres sutil a la hora de entrar en el espacio personal del otro, generarás una intimidad que no será incómoda. Por ejemplo, puedes acercarte para mostrarle algo en tu móvil, y ponerte hombro a hombro.
O en un espacio muy ruidoso, acercarte a su oído para que te escuche cuando le hablas. Y siempre, pero siempre, está la famosa excusa de quitar una pelusa de su ropa.
Como sea, ir encontrando espacios para acortar las distancias físicas entre tú y la persona que quieres es una buena idea, ¡siempre que lo hagas con respeto!
7. Deja espacio para el misterio
Si quieres ser sutil, tal vez sea una buena idea dosificar un poco lo que muestras de ti, porque de esta manera también le darás espacio a esa persona para que comience a acercarse.
Dale lugar a que pregunte y se interese, deja que se sorprenda. ¡A todos nos encanta descubrir los misterios de a poco!
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