Conocer a alguien no es algo que se da de una vez y para siempre. Lleva mucho tiempo e incluso, podríamos arriesgarnos de decir, que nunca termina por completo porque, por fortuna, somos seres en constante movimiento.
Lo mismo sucede con nosotros mismos. Cuántas veces nos hicimos preguntas como: qué es lo que verdad queremos, o qué tipo de vida queremos tener; y sin embargo las respuestas nunca son completamente las mismas.
Por eso, no solo nuestras palabras dicen quiénes somos. La manera en que nos movemos, los gestos o miradas que hacemos, también revelan (incluso a veces mucho más que nuestro decir) aspectos de nuestra personalidad que incluso nosotros mismos podríamos desconocer.
De ahí la importancia de los pequeños detalles. Quizás hay muchas cosas que todos hacemos, pero no todos las hacemos de la misma manera. Como caminar, lavarse las manos, o atarse los cordones o agujetas.
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Son cosas muy simples y cotidianas que en algún momento nos costaron mucho trabajo aprender y que hoy repetimos casi de manera automática.
Pero la manera en que lo hacemos puede revelar aspectos ocultos en nuestro subconsciente.
¿Qué dice sobre tú y tus relaciones la forma en que te atas las zapatillas?
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Con dos “orejitas”
Si te atas las zapatillas haciendo dos cotes con los cordones y pasando uno sobre el otro, posiblemente eres una persona que valora el espacio personal en las relaciones. No te gusta sentirte asfixiado por el otro, ni que nadie deje de hacer lo que disfruta. Para ti, una relación tiene que sumar, nunca restar, y eso lo llevas grabado como un lema.
Sobre uno de los dos lados
Si eres de los que pasa un cordón por encima del otro para luego cruzarlo por debajo, eres de las personas para las que las relaciones nunca terminan siendo simétricas. Siempre hay uno de los dos que está más comprometido o más entusiasmado, y eso lo notas. Puede que a veces en tu vida hayas sido tú, pero en otras, tu pareja. El aprendizaje será ir encontrando un equilibrio sano para ambos.
Sin atar o sin cordones
Si usas zapatillas con los cordones flojos, sin nudos, o directamente usas calzado sin cordones, eres una persona que tiendes a ser muy desapegada en tus relaciones. Disfrutas del tiempo compartido, pero tampoco quieres ahora un vínculo formal o convencional. En caso de tenerlo, buscas las relaciones abiertas o consensuar reglas que te hagan sentir cómodo y seguro, sin dejar de ser tú mismo por vincularte con alguien más.