Ellas son raperas, reguetoneras, feministas y queer. Pero, por sobre todo, lo de ellas es desafiar categorías rígidas y excluyentes. Y también, traspasar fronteras.
Tanto, que juntas han dado a luz el primer trabajo colaborativo entre dos mujeres queer latinoamericanas: "Vente Cariña”.
Son la argentina Chocolate Rémix y la mexicanaNiña Dioz , quienes, fieles a los tiempos que corren, han creado su obra musical sin siquiera haberse visto aun de manera personal.
"El EP (N.d.l.R: por sus siglas en inglés, un formato de grabación musical entre single y long play) habla de los espacios que hemos aprendido a construir las personas queers, no solo porque los espacios heteronormativos no fueron amigables para nosotras, sino porque hemos desarrollado otras maneras de vincularnos, de entender la amistad, el amor y la comunidad bajo nuestros valores”, cuenta Chocolate Rémix, en entrevista con DW, desde Buenos Aires.
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"Estamos buscando con esta música reivindicar un género que ha sido supermachista, donde la mujer ha sido solamente un objeto, y que sea una celebración para la diversidad, las mujeres y las disidencias”, sostiene, por su parte, la mexicana Niña Dioz.
"Que la gente sepa que pueden ser sí mismos, que en esta música encuentren un refugio y un espacio seguro, y puedan vivir su más auténtica verdad sin ser juzgados”, completa sobre el trabajo la artista nacida en Monterrey.
Cada vez más mujeres
Y es que en la escena de la música urbana latinoamericana, las cosas no son lo que eran: cada vez hay más mujeres, con su multiplicidad de mensajes y miradas, en un ambiente tradicionalmente dominado por sus colegas varones.
"Nosotras mismas estamos abriendo el camino, con machete en mano, en la maleza, en un género donde ha habido bastantes estereotipos y homofobia, y ahorita estamos nosotras, micrófono en mano, abriendo paso”, grafica Niña Dioz en diálogo con este medio.
"El tiempo parece haberse acelerado exponencialmente, y las cosas han mejorado bastante en los últimos años”, indica Chocolate Rémix. "Pero falta mucho”, advierte. "Nosotras trabajamos hace años abriendo paso, pero los resultados más contundentes los verán las próximas generaciones”, asegura.
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¿Un ritmo sexista por definición?
Ahora bien, ¿pueden trasmitirse mensajes no sexistas en un ritmo como el reguetón acusado de serlo? ¿O esto no es tan así?
"El reguetón probablemente sea tan machista como la mayoría de los ritmos musicales”, sostiene la artista argentina.
"Pero es un género musical que habla de sexo, en un continente colonizado por los Reyes Católicos de España, y al que le han inculcado, mediante la religión, una idea represiva sobre la sexualidad”, analiza.
"Entonces, el problema no es hablar de sexo, sino el modo en que los hombres hablan de las mujeres, no solo sobre sexo sino en todos los órdenes de la vida. Solo que, en el ámbito de lo sexual, resulta más fuerte, más obvio, y más chocante”, concluye.
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"Para mí, el reguetón, nos da la posibilidad de hablar sobre sexo de una manera empoderante”, destaca la artista. "Se trata de proponer nuevos imaginarios, que posibiliten otras maneras de mirar y habitar el mundo”, sostiene.
"Estamos cambiando las reglas, porque estamos tomando el asunto con nuestras propias manos”, suma Niña Dioz.
Y lo dicen con música, con ritmo y a los cuatro vientos.(ms)
Fuente: DW