Un hombre falleció en Indonesia tras la mordida de un cocodrilo. No sabemos bien cómo fue la situación. Lo que si sabemos es que, de forma descabellada, en represalia y ante la falta de respuesta de las autoridades, cientos de vecinos se dirigieron al criadero y mataron a casi 300 cocodrilos.
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Recientemente, una multitud enojada masacró a casi 300 cocodrilos en un criadero de Sorong, en Indonesia, después de que uno de los reptiles matara a un hombre, así lo informaron el lunes 16 de julio las autoridades locales.
Casi 300 cocodrilos fueron masacrados en un criadero en Indonesia
El lamentable episodio se produjo el sábado 14 de julio, después del entierro de la víctima. Un hombre de 48 años entró accidentalmente al criadero de cocodrilos en busca de hierba para sus vacas, declararon las autoridades y agentes de protección animal. Uno de los cocodrilos lo mordió en una pierna y después un fuerte golpe de cola de un reptil lo hirió mortalmente.
Final doblemente trágico
Familiares del fallecido y otros habitantes de este barrio de Sorong, una pequeña ciudad del este de Indonesia, se dirigieron luego a la policía para quejarse de la presencia de este criadero tan cerca de una zona residencial.
La policía aseguró que el propietario estaba dispuesto a indemnizar a la familia de la víctima.
Esta respuesta no fue suficiente para calmar la ira. Cientos de vecinos del barrio, enfurecidos, entraron a la fuerza al criadero armados con cuchillo, machetes y palas.
Los vecinos masacraron a 292 cocodrilos, en su mayoría crías pero también adultos que medían dos metros de largo, es decir, casi la totalidad de los reptiles que se encontraban en el criadero, declararon las autoridades.
De acuerdo a los testigos, policías y miembros de la agencia de protección de animales intentaron intervenir pero los atacantes eran demasiado numerosos para impedir la masacre. ¿Tiene sentido castigar a los animales por una conducta que fue seguramente responsabilidad de los humanos? ¿Se puede esperar otra conducta de animales que se encuentran encerrados y sometidos en un criadero? Esta historia nos trae muchas preguntas que tal vez ya sea hora de responder.
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