Es momento de reflexionar acerca de los plásticos de un solo usados en envoltorios de golosinas. Un tema importante, considerando que se aproxima la semana de la dulzura en Argentina, un evento que tiene un inesperado lado contaminante.
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La semana de la dulzura
Es una tradición que ganó arraigo, desde hace varios años, en Argentina. ¿En qué consiste? Es una semana durante la cual la gente intercambia golosinas entre familiares y amigos, teniendo bastante aceptación entre la población del país.
Esta “semana de la dulzura” inició en Córdoba, pero luego se extendió al resto de la nación. Durante este año 2024, se celebra entre los días 1 al 7 de julio. Ya abundan las ofertas de caramelos, golosinas y muchos dulces por estas fechas.
Sin embargo, hay un detalle: el mes de julio ha sido designado como el “mes libre de plásticos” por los activistas ambientales. Y desde la perspectiva del ambiente, esta semana de la dulzura tiene el detalle de la gran cantidad de plásticos usados para envolver golosinas.
Los envoltorios plásticos usados para las golosinas
Casi todas la golosinas (chocolates, caramelos, gomitas, chicles, chupetas, confites) se empacan en plásticos. Estos envoltorios son coloridos, llamativos, tan festivos como el sabor que estas chucherías despiertan en el paladar.
El gran problema es que se trata de una semana de cuantiosas cantidades de golosinas, durante la cual los envoltorios de estos caramelos van a parar a vertederos, calles, etc. Estos envoltorios son de un plástico no degradable y de un solo uso.
Este tipo de plásticos permanece en el ambiente durante décadas. Dañan el suelo, el agua o son comidos por animales silvestre, sin percatarse que devoran algo que se atora en su sistema digestivo causando severos problemas.
La degradación de estos plásticos demora, en el mejor de los casos, demora cientos de años. Son plásticos ligeros, que es muy complicado gestionar: recoger, reutilizar o tratar para usarlos como materia primera reciclada.
Preocupación por los envoltorios de golosinas
La coincidencia de la “semana de la dulzura” y el “mes de julio, libre de plásticos” ha causado controversias. Desde hace años, esta semana se realizan en Argentina con bastante alegría, pero es momento de tomar conciencia de la cantidad de plásticos que se usan.
Una solución pasa por cambiar el modo de vender y presentar los caramelos o golosinas en general. Envolverlos, empaquetarlos o distribuir en papel. Pero, esto implica cambiar formatos ya muy conocidos en la industria de estos productos.
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¿Eres un entusiasta de la semana de la dulzura? No está mal: son siete días para intercambiar con amigos y familiares. No obstante, se requiere ser cuidadosos con los envoltorios y fomentar el uso de materiales diferentes al plástico.
Fuente:
redaccion.com