Así es el negocio cosmético detrás de la matanza de millones de burros que se produce cada año. Esta demanda hace que muchos cazadores y traficantes cometan sus fechorías en África, Asia y otras zonas del planeta.

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La piel de estos animales es un cosmético para “preservar la juventud”

Una extraña creencia de los chinos, quienes hacen una elaborada preparación con la piel de los burros. Consiste en hervir esta piel, hasta que la misma libera una sustancia gelatinosa, con la cual elaboran cremas y otros tratamientos.

El asunto es que en China se considera que esta “gelatina” mantiene una apariencia juvenil. Tiene una enorme demanda en esa nación, poblada con más de 1 millón cuatrocientos mil habitantes… un mercado gigante que implica mucho dinero.

Los chinos no solo exigen cantidades de esta “gelatina”, sino que pagan cantidades exorbitantes de dinero. La ambición de cazadores, ladrones y contrabandistas está lista para atender estas peticiones y sacrificar a estos animales.

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Los burros no son animales salvajes

¡Algo a tener en cuenta! No se les consigue libres en la naturaleza, sino que han sido domesticados. Se usan como bestias de carga. Por eso, lo que está sucediendo es el robo de estos animales, en granjas y en otros lugares.

Es en África donde este delito tiene mayor escalada. Muchos traficantes de animales tienen nexos con China. Los chinos suelen exigir detalles de animales exóticos: cuernos de rinocerontes, colmillos de elefantes, garras de leones, etc.

Ahora, con la moda de los cosméticos elaborados con “piel de burro”, estos traficantes tienen un nuevo objetivo. Roban a estos animales, los matan y les quitan la piel. Esa piel es llevada hasta laboratorios chinos, para ser procesada como gelatina.

Pero, hay mucho más. Con la gelatina obtenida, se hacen muchas cosas: polvos, pastillas, brebajes o se agrega a los alimentos. En China, se cree que es una manera perfecta de mantenerse joven, recuperando la lozanía de la piel.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Animales en serio peligro de desaparecer

Los burros (Equus africanus asinus), también conocidos como asnos o jumentos, solo perviven como animales domésticos. Son muy usados en el medio rural, pero el uso de maquinarias y transportes los desplaza cada día más.

Solo quedan ejemplares en granjas, pueblos pequeños o en sitios donde el terreno solo permitir cargas mercancías con tracción de sangre. Su población cada vez es menor y ahora esta acechanza de matarlos para arrancarles la piel los pone más cerca de extinguirse.

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¿Sabías que la piel de los asnos se usaba como cosmético rejuvenecedor en China? Esta creencia ha despertado la avaricia de muchos traficantes, quienes roban y sacrifican a estos animales de una manera despiadada.

Fuente: LA NACIÓN.