No es por nada que se ha popularizado en Internet el término grammar police ("policía de la gramática"): realmente puede resultar muy molesto que alguien más corrija nuestra ortografía y gramática.
¿Crees que esto es sólo una sabiduría popular? Pues una investigación conducida por la Universidad de Michigan parece indicar que sí hay una correlación entre la necesidad de corregir verbalmente la ortografía de los demás y un cierto grado de falta de amabilidad o tacto en las interacciones sociales.
En el estudio se le pidió a un grupo de 83 personas que leyeran una serie de correos electrónicos que contenían una serie de errores ortográficos y gramáticos. En base a estos textos, se les pidió a los participantes que determinaran qué tan amigable e inteligente era el redactor.
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Por medio de un cuestionario, también se midió que tan extrovertidos o introvertidos y amables eran los propios participantes.
El equipo halló que los extrovertidos tienden a no ser tan duros con los errores de los demás como los introvertidos. Más importante todavía, se halló una relación negativa entre el nivel de amabilidad del participante y la probabilidad de que llamaran la atención de los demás por sus errores.
Así, los investigadores deducen que las personas con las mentes menos abiertas (y por lo tanto más prejuiciosas) tienen una probabilidad mayor de convertirse en “policías gramáticos”.
Algunos debaten que el tamaño de la muestra es muy pequeño para llegar a conclusiones definitivas, pero para otros es un indicio de que la sabiduría popular estaba en lo correcto.
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A pesar de la controversia, el profesor de lingüística de la Universidad de Nueva York, Gregory Guy, estos hallazgos no son nada sorprendentes. En el estudio se especula que este comportamiento quizás se deba a que las personas menos amables son menos tolerantes con lo que consideran es una desviación de las convenciones establecidas.
El profesor piensa que las actitudes que llevan a ver todo lo que no es estándar o “correcto” (un error gramatical u ortográfico) como algo que está “desviado” o es anormal bien podría tener consecuencias en la forma en la que perciben el lenguaje. Así, estas personas “hipercríticas” podrían expresar su personalidad por medio del juicio sobre la gramática ajena.
Aun así, aclaró que las investigaciones que relacionan la personalidad con el uso del lenguaje son un campo relativamente nuevo, por lo que no hay nada definitivo por el momento.
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