La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendó a todos los países de América ser cautelosos a la hora de eliminar o suavizar las medidas de prevención contra el COVID-19, para evitar que la enfermedad se propague con más fuerza, teniendo en cuenta que se trata de una región que no ha logrado controlar el primer brote.
"Sean cautelosos, la suavidad o la eliminación de las medidas de restricción puede acelerar la propagación del virus y abrir la puerta a un resurgimiento dramático y la propagación a otras áreas adyacentes", dijo en una rueda de prensa telemática la doctora Carissa F. Etienne, directora de este organismo. También pidió a los gobiernos fundamentar sus decisiones en datos y que piensen "a nivel local” a la hora de plantearse una relajación de las medidas.
Etienne dijo que en muchas áreas de la región el número de contagios se multiplica en apenas días. "En Estados Unidos, Canadá, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México estamos viendo casos que se duplican en cuatro días o menos", señaló. "Este es un indicador preocupante que nos dice que la transmisión aún es muy alta en esos países, y que deben implementar toda la gama de medidas de salud pública disponibles: pruebas exhaustivas, rastreo de contactos (cuando se verifican contagios), aislamiento de casos y, por supuesto, distanciamiento social", agregó.
Preocupación por Haití
La directora de la OPS también expuso que cada estado tendrá que decidir sobre sus propias medidas con base en un "equilibrio" entre la recuperación económica y el número de muertes que esté dispuesta a asumir. "Todos debemos continuar actuando agresivamente para contener la propagación" del nuevo coronavirus, señaló Etienne. "La presión social y económica que estamos viendo ahora será aún mayor si no contenemos el virus, si eliminamos las medidas de control de forma prematura y abrumamos la capacidad de nuestros sistemas de salud", dijo.
Etienne expresó su preocupación por la situación en Haití, donde cree que existe el escenario para "una tormenta perfecta", ya que atraviesa una crisis humanitaria. Y alertó de que el retorno de 17.000 haitianos desde República Dominicana, donde hay transmisión comunitaria, podría propiciar la propagación del virus en una nación donde –apuntó– será muy difícil aplicar las medidas de distanciamiento social. "Existe un verdadero peligro de que aumente el brote seguido de una crisis humanitaria en Haití", advirtió.