Armar el árbol de Navidad es el comienzo de las fiestas. El 8 de diciembre es el día en el que ponemos de pie ese viejo árbol, aunque muchos prefieren comprar uno nuevo. Pero, ¿qué pasaría si en vez de armar un árbol de Navidad como todos los años buscamos una idea que suplante al tradicional, repleto de luces y adornos plásticos?
Es duro pensar que para estas fechas se talan muchísimos árboles para que su destino sea solo ser el centro de las fiestas por dos meses. Por otro lado, aquellos que optan por un árbol de Navidad de plástico eligen un producto altamente contaminante.
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El árbol de Navidad artificial está hecho con polietileno, uno de los plásticos más comunes. Este material tarda cientos de años en degradarse. Si lo compraste una vez, lo mejor es usarlo muchas veces. Si eres de los que lo renuevan cada año, debes saber que ese hábito puede cambiar por otro que sea más ecológico y sustentable.
El árbol de madera es una opción reutilizable, porque se puede armar con pedazos de madera vieja, palets, o se pueden pedir recortes en las madereras de nuestro barrio. El formato puede ir a gusto de cada persona.
Otra forma de decirle sí a un árbol distinto y responsable con nuestro planeta es botellas plásticas reutilizadas. Antes del 8 de diciembre, solo tenemos que prestar atención a todos los envases de agua, gaseosas y jugo que podamos encontrar. Al utilizarlas en la decoración, les daremos una segunda oportunidad y no irán directo a la basura.
Las botellas de vidrio verdes o transparentes son una alternativa. Bien lavados, los envases pueden convertirse en materia prima para la decoración. Esa noche habrá tanta basura, tantos plásticos de un solo día, que frenar y armar el árbol con materiales reciclados convertirá a esta Navidad en una fiesta distinta y más responsable.
Buscar alguna planta que ya exista en casa, ponerla en una maceta bonita y decorarla es una excelente idea para no comprar un nuevo árbol. Asimismo, encontrar la manera de no armar el árbol de Navidad, pero sí un rincón que sea decorado a conciencia con elementos reciclados o más amigables con el medio ambiente puede ser un proyecto innovador y sustentable.
Cuando llega diciembre es inevitable no sentirse atraído por el espíritu navideño. Pero esta vez puede ser distinto, y se puede plantear de una manera más consciente. Alternativas hay miles, solo hay que saber proponerse llevarlas a cabo.