Kiska era una orca tristemente famosa por el tiempo que llevaba en cautiverio en MarineLand, un acuario en Ontario (Canadá), en condiciones que los ambientalistas calificaban de «equivalentes a la tortura».
En el año 2021 se viralizó un video conmocionante de Kiska golpeando sin parar su cabeza contra la pared del acuario, y las imágenes causaron total conmoción en las redes sociales. El video fué difundido por el activista canadiense Phil Demers, quien fue trabajador en el parque.
“Este video fue tomado el 4 de septiembre de 2021. Entonces, los activistas anti-cautiverio ingresaron a MarineLand y observaron a Kiska, su última orca sobreviviente, golpeando su cabeza contra la pared. Míralo y compártelo. Esta crueldad debe terminar”, escribió Demers en Twitter.
El clip conmovió a usuarios de redes sociales quienes aprovecharon la publicación para exigir a las autoridades canadienses atender el caso de la orca solitaria.
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Kiska nació frente a las costas de Islandia, donde vivió feliz junto a su familia hasta sus tres años, cuando fue capturada. Desde entonces estuvo en cautiverio actuando junto a otras orcas en el parque; pero en noviembre de 2011 se quedó sola, después de sobrevivir a sus compañeros del acuario, incluidas sus cinco crías. No sólo en completo aislamiento de su propia especie, sino también de cualquier especie acompañante adecuada.
A nivel internacional se la conocía como «la orca más triste y solitaria del mundo».
La organización Orca Rescues Foundation afirmó: «Durante más de 40 años, ha sufrido la pérdida de su libertad, de sus bebés y todos sus compañeros de tanque. Durante los últimos 10 años, ha estado en completo aislamiento social de otros de su clase. Esto es lo que le ha hecho su soledad y su cautiverio».
Según ambientalistas cada día era un sufrimiento ya que pasó la última década nadando entre círculos o flotando apáticamente en un tanque estrecho en el parque de diversiones MarineLand.
Las orcas son animales increíblemente sociales, sin embargo, Kiska no tuvo la oportunidad de convivir con otros animales por lo que sufrió de una soledad agonizante, producida por la falta de espacio y la poca estimulación mental.
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La organización a favor de la biodiversidad Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) dió a conocer que la orca falleció en el parque marino, en el cual fue explotada para el entretenimiento de las personas y no logró vivir en el océano con su familia, donde pudo haber tenido una vida natural.
Camille Labchuk, directora ejecutiva de Animal Justice, comentó en su momento para CBC News, que era “desgarrador saber que Kiska nunca tendrá la oportunidad de ser reubicada en un santuario de ballenas y experimentar la libertad que tanto merecía”.
Tras el fallecimiento de Kiska, Labchuk dio a conocer que el equipo legal de Animal Justice está renovando los pedidos de cargos en contra del parque de diversiones por las condiciones de vida crueles e ilegales a las que fue sometida la orca.
Su muerte marca el final de los animales en cautiverio que “viven” dentro de parques temáticos en Canadá. En 2019 el gobierno del país americano aprobó un proyecto de ley en el que se prohibió la importación o crianza de especies.
Camille detalló en un comunicado que las orcas son animales increíblemente sociales, sin embargo Kiska, no tuvo la oportunidad de convivir con otros animales por lo que sufrió de una soledad agonizante, producida por la falta de espacio y la poca estimulación mental.
“Según las leyes federales y provinciales, es ilegal causar sufrimiento y angustia a los animales, lo que incluye angustia psicológica derivada del aburrimiento y el aislamiento”, sentenció la directora de Animal Justice.
Comprar entradas para parques marinos financia el sufrimiento y la crueldad animal. Compartamos y amplifiquemos para que no se olvide su historia, y nunca más haya otra Kiska.