A partir de ahora, el talle 44 de camiseta deberá medir lo mismo que otra del mismo talle en otro local en Argentina. Esto se aplica también a los pantalones, o cualquier otra prenda de ropa, sin importar las marcas.
Este es el objetivo principal de la norma conocida como “Ley de Talles” que fue aprobada recientemente por la Cámara de Diputados del país y que estipula la creación de un Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria con medidas estandarizadas.
Pero, ¿por qué es importante esta Ley? Según asegura Sharon Haywood, la fundadora de AnyBody Argentina y una de sus principales impulsoras, esta medida es esencial, ya que al 70% de las mujeres les cuesta encontrar ropa de su talle en el país. “La sanción de la Ley de Talles es un paso histórico; discriminar a una persona por el cuerpo que tiene o por su peso no es aceptable”, sostiene.
Activismo body positive
Cada vez son más las personas que se suman al movimiento body positive o al activismo gordo, como suele llamarse en América Latina al empoderamiento de las personas gordas o con cuerpos no hegemónicos.
Una de ellas es la modelo e influencer Agustina Cabaleiro (@onlinemami), que comparte sus vivencias, viajes y reflexiones en su cuenta de Instagram, siempre desde un lado de cuestionamiento y promoviendo la autoaceptación.
“La ley de talles es de suma importancia porque vestirse es un territorio de lucha constante para las personas con cuerpos no hegemónicos. Las marcas tienen sistemas de talles muy distintos entre sí, confusos y, sobre todo, pequeños”, asegura Agustina.
Si bien recuerda momentos de su infancia o adolescencia en los que no encontraba talles de short, o que para ella era más difícil ponerse una bikini, Agustina considera que a esa edad era muy difícil reparar en que el sistema de talles era el problema, y no una misma.
“Obviamente que cuando no te entra el jean, no te pones a reflexionar sobre el sistema que hace talles más chicos como estrategia, sino en que tu cuerpo está mal”, cuenta. Sin embargo, los talles no son el único problema en el mundo de la moda. Otra problemática con la que trabaja el activismo gordo -y que es determinante en cuanto a la forma en que nos vemos a nosotros mismos- es la representación de los cuerpos en los medios de comunicación y redes sociales.
En este contexto de cambio de paradigma, la reconocida marca de lencería Victoria’s Secret decidió cancelar su desfile de este año, principalmente, debido a una caída en su imagen. Desde siempre la marca ha mostrado solo un tipo de cuerpo, guiada por el estereotipo 90-60-90. Sin embargo, últimamente había intentado hacer desfiles y campañas más inclusivas.
Pero eso no fue suficiente, ya que otras marcas como Savage x Fenti, de la reconocida artista Rihanna, han demostrado que el empoderamiento femenino va más allá del estereotipo de las dietas extremas y ejercicios imposibles.
A través de modelos hegemónicos (flacos, blancos y altos), se perpetúan estándares de belleza casi imposibles de alcanzar y que, la mayoría de las veces, representan a una mínima parte de la población.
“Los distintos tipos de identidades comenzaron a ganar territorios, incluso en las campañas y las pasarelas de las marcas más grandes", afirma Agustina.
Sin embargo, la Ley de Talles es solo el principio. “Necesitamos que se extinga la cultura de la dieta; el 'antes' y el 'después' de ser gordo como camino a la felicidad; y la noción de que mientras más flaco se es, más exitosos vamos a ser”, afirma Agustina, y concluye: “Son muchos los cambios necesarios para que vivamos en una sociedad realmente inclusiva, pero tengo fe de que cada vez estamos más cerca”.