Un "trauma" podría definirse como una "herida psicológica" que puede ser generada por situaciones muy distintas según la historia de quien lo vive como tal. Puede tratarse de un accidente, un abuso, o cualquier otro suceso, ya que más allá de su origen lo que importa es la respuesta que la persona produce frente a eso que percibe como una agresión. De acuerdo a los profesionales, la mayoría de los traumas tienen su inicio en la niñez.
A diferencia de los recuerdos procesados de forma adecuada, en un trauma aquello que generó mucha angustia, sigue portando una gran carga emocional.
En 1987 Francine Shapiro, una psicóloga estadounidense, creó un método para disminuir los efectos negativos de los traumas: la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares; más conocido como "EMDR" por sus siglas en inglés.
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Si bien integra diferentes enfoques, este método se caracteriza por la estimulación de un hemisferio cerebral por vez a través de movimientos oculares, sonidos o golpecitos (tapping).
Por ejemplo, mientras el paciente piensa en su recuerdo traumático y se expresa al respeto, el psicólogo le pide que mueva sus ojos, en general, siguiendo su dedo, luces o un objeto.
Con la repetición, esos recuerdos despiertan cada vez menos angustia.
Algunos creen que este movimiento ocular imita el movimiento rápido de ojos que es un fase del sueño donde se procesa lo ocurrido durante el día; y se forman los recuerdos.
Se trata de una terapia breve; de hecho, hay estudios que indican, incluso, que con solo 3 sesiones de 90 minutos es posible una mejora importante en el trastorno generado luego de un trauma.
En el 2002, fue señalado como uno de los tres tratamientos más empleados por las víctimas del terrorismo. También, el Departamento de Defensa y el Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos lo ubicó dentro de las terapias con mayor evidencia científica.
Fuentes: