Se comenta que una manada de delfines protegió a un nadador. Los mamíferos acuáticos salvaguardaron al hombre que practicaba la natación, sin percatarse de un tiburón blanco que lo acechaba silenciosamente.
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El nadador británico Adam Walker
Es un nadador profesional, que ejercita la disciplina de aguas abiertas. Se encontraba en las costas de Nueva Zelanda, deseoso de cumplir un récord personal: nadar una distancia de 16 millas, cruzando el Estrecho de Cook.
Cuando se zambulló en el agua, notó que un grupo de delfines emergió de improviso. Le pareció una experiencia hermosa que tales animales lo tutelaran en su natación. No obstante, luego se percató de algo más.
Tuvo una sensación de tranquilidad. Cada bocanada de aire le daba energía. Estaba tan contento de mirar los delfines, que no captaba la cercanía de otro ser viviente: un peligroso depredador de los mares.
“Miré hacia abajo y vi un tiburón unos metros debajo de mí”
No es la primera vez que sucede, pues muchos tiburones se desplazan en las corrientes del Estrecho de Cook. Adam Walker refirió que se trataba de un escualo con una longitud de un par de metros.
Entonces, oteó de nuevo hacia sus costados. Le pareció que los delfines lo estaban escoltando. Como si lo acompañaran, procurando que el tiburón no se aventurase a lanzar un ataque con sus dentelladas feroces.
Adam Walker tomó una decisión: no entrar en pánico. Siguió braceando ,a ritmo pausado, tratando de no chapotear con nerviosismo. Se sabe que los escualos se sienten atraídos al escuchar el ritmo de un nado irregular o muy ruidoso.
Lo cierto es que los delfines custodiaron a Adam Walker durante su travesía. En total, permanecieron a su lado durante unos 50 minutos. Una experiencia bastante peculiar, que Ealker ha compartido en sus redes sociales.
“El tiburón desapareció y los delfines se quedaron”
Al final de su trayecto, Adam Walker dejó de ver al escualo. El tiburón se mantuvo cerca durante bastante tiempo, pero al final desapareció. Sin embargo, los mamíferos acuáticos estuvieron en todo momento acompañándolo.
“No puedo decir si los delfines vinieron en mi ayuda como una manada, ya que no pueden hablarme”, dijo el nadador. En dado caso, él quiere creer que recibió la protección de estos simpáticos animales.
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¿Son tan nobles y colaboradores los delfines? Se sabe que son muy inteligentes, además de afectivos. Posiblemente, tengan la capacidad de ayudar a otros seres vivientes cuando detectan un inminente peligro.
Fuente:
upsocl.com