Por: DW.

Un pequeño número de animales, sobre todo aves –como los pájaros cantores y los loros–, pueden aprender a imitar a otros animales, incluidos los humanos. Ahora, científicos han dado a conocer el peculiar caso de un pato almizclero australiano que aprendió a decir en inglés "you bloody fool" ("maldito idiota"), muy probablemente de un antiguo cuidador.

La investigación, publicada en un número especial de la revista Philosophical Transactions of the Royal Society of London B, ha demostrado que los patos pueden imitar los sonidos de otras aves y los sonidos humanos, como los portazos y la frase verdaderamente australiana pronunciada por sus cuidadores. Además, analiza cómo algunas de estas especies particulares de patos acabaron con ese rasgo.

"Adquirir vocalizaciones aprendiéndolas de otros individuos solo se conoce en un número limitado de grupos animales", escriben los etólogos Carel ten Cate (Universidad de Leiden) y Peter Fullagar en su nuevo trabajo. "Aquí aportamos pruebas del aprendizaje vocal en un miembro de un clado basal de la filogenia aviar: el pato almizclero australiano" (Biziura lobata).

El pato Ripper

Uno de los patos, Ripper, fue criado a mano en la Reserva Natural de Tidbinbilla, al suroeste de Canberra, la capital de Australia, en los años 80, y aprendió a imitar de forma notable el sonido de un portazo, así como la frase que suena muy parecida a "maldito idiota", según reportó ScienceAlert.

Aunque los científicos no saben exactamente cómo habría aprendido Ripper a pronunciar la frase, especulan que probablemente fue algo que dijo su cuidador, y el pájaro lo aprendió.

Según The Independent, las grabaciones de Ripper emitiendo estos sonidos se realizaron en una grabadora de casete Sony Walkman Professional y un micrófono Sennheiser MKH 816 los días 19 y 26 de julio de 1987, cuando el ave tenía unos cuatro años de edad.

En estas grabaciones, realizadas por el científico australiano Peter J Fullager, ya jubilado, se podía oír al pato vocalizar docenas de veces en unos pocos minutos y en intervalos de entre cuatro y cinco segundos.

Pato 2

En 2000, los investigadores también grabaron las llamadas de otro pato almizclero macho, conocido simplemente como "Pato 2". Pato 2, criado en Tidbinbilla por una hembra cautiva, podía imitar, por su parte, los sonidos del pato negro del Pacífico. También emitía un sonido similar al de los portazos de Ripper.

"Este segundo pato había estado expuesto a Ripper, lo que puede haber afectado a esta parte del sonido", escriben Cate y Fullargar en su artículo.

"Lamentablemente, todos los documentos de Tidbinbilla se perdieron en el incendio forestal que arrasó la reserva en enero de 2003, por lo que es difícil establecer todos los detalles exactos", señala el estudio.

Primera prueba de aprendizaje vocal en la familia de patos, gansos y cisnes

Los autores señalan que se trata de la primera prueba de aprendizaje vocal en un miembro de la familia Anserinae (patos, gansos y cisnes).

"El pato almizclero australiano demuestra una inesperada e impresionante capacidad de aprendizaje vocal", escriben en su artículo.

Telencéfalo

Los científicos afirman que la región del cerebro de las aves conocida como telencéfalo, que interviene en el aprendizaje vocal de los pájaros cantores y los loros, es también relativamente más grande en las aves acuáticas que en otros grupos de aves, según reporta The Independent. Del mismo modo, especulan que el rasgo de aprendizaje vocal puede haber evolucionado una vez en el ancestro común de estas aves y haberse perdido posteriormente en algunos linajes.

"Estos sonidos ya se habían descrito antes, pero nunca se habían analizado con detalle y hasta ahora habían pasado desapercibidos para los investigadores del aprendizaje vocal", escriben los investigadores en el estudio.

"El aprendizaje vocal en el pato almizclero representaría un caso de evolución independiente, lo que plantea muchas preguntas que van desde los mecanismos neurales y conductuales implicados hasta el trasfondo evolutivo y adaptativo del aprendizaje vocal en esta especie", escribieron los científicos en la investigación, quienes abogaron también por "un estudio más amplio y sistemático de ésta y otras especies relacionadas", afirmando que podría ayudar a comprender mejor cómo aprenden los animales a emitir sonidos.