Hay momentos de la vida donde un solo instante puede marcar un antes y después. A veces se trata de grandes decisiones, como mudarse, cambiar de trabajo o separarse; pero otras se trata de elecciones pequeñas que, sin embargo, podrían cambiarlo todo.
Por más claro que parezca el horizonte, no hay decisión que no traiga consigo dudas e inseguridades. "¿Estaré haciendo lo correcto?" "¿Y si me equivoco?"
Dejar la zona de confort, aunque ésta sea incómoda, no es nada fácil. Implica, de alguna forma, arrojarse hacia lo desconocido y eso puede llegar a aterrar. Sin embargo, es de ahí de donde también puede surgir algo nuevo y mejor.
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Si estás en un punto crucial de tu vida, tienes que tomar una decisión y no sabes bien qué hacer, lee estas preguntas. Háztelas a ti mismo de forma muy personal. No es necesario que lo compartas con nadie. Úsalo simplemente como una guía para ayudarte a pensar cuál es el camino mejor para ti, o mejor dicho, para tu versión de ti en este momento.
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1. ¿Es coherente con lo que sientes/piensas/eres?
Si tienes que tomar una decisión y quieres hacerlo de la forma más genuina posible, hazlo primero pensando si está alineado con lo sientes, piensas y eres.
Por ejemplo, a veces un trabajo puede ofrecerte más dinero, pero no corresponderse éticamente con tus principios. O elegir seguir con tu pareja signifique resignarte a no ser tú mismo/a, y sabes que no quieres eso para ti.
En estos casos, el mejor consejo es: escúchate. En el fondo sabes bien cuál es el camino mejor para ti. Hazle caso a esa "voz" interna que va guiándote hacia un mejor sitio, o el siguiente aprendizaje.
2. ¿Qué pierdes si lo haces / Qué ganas haciéndolo?
Si has pasado por la primera pregunta, la segunda es la del balance. Piensa en qué es lo que dejas atrás si tomas esta decisión y qué ganarías. Si crees que lo que estás soltando es algo que ya vienes hace tiempo intentando superar; y que tomando una decisión tendrás algo mejor, hazlo.
3. Imagina que ya has tomado tal decisión, ¿cómo te sientes?
Por último, haz un ejercicio de proyección. Imagínate luego de tomar la decisión. ¿Cómo puedes verte? ¿Y de aquí a un año? Si te ves mejor, más feliz o realizado, hazlo. No dejes que la comodidad te quite la posibilidad de seguir adelante.