Uno de los grandes deseos de toda la humanidad es que la hambruna y la guerra dejen de existir a nivel mundial; sin embargo, no sólo se está lejos de ello sino que cada vez empeora más la situación en distintos lugares.
Y es que hace décadas que se difunden informes sobre hambruna, cómo influyen las acciones del hombre y el cambio climático y cuáles son los incrementos en ellas, además de lo que implica la crisis humanitaria.
En las últimas semanas esta temática tomó mayor relevancia con el caso Gaza del norte y de Sudán del Sur, dado algunos informes y declaraciones de especialistas que han circulado.
El caso de Sudán del Sur, es un tema de interés para la población debido a que, producto de la guerra que estalló en ese país hace casi un año, la sociedad no puede permitirse un plato de comida al día. Los casos de hambre y desnutrición crecen cada vez más.
Y es que esta guerra que estalló en abril de 2023 según especialistas ha provocado la mayor catástrofe humanitaria del mundo, y ha activado una hambruna de una magnitud que no se había visto en los últimos 30 años.
Incluso, la crisis humanitaria y el hambre y desnutrición por la que está atravesando ese país, es más que alarmante debido a que se está dando en la temporada de cosecha, donde debería haber mayor cantidad de alimentos disponible. Esto, según especialistas, es un presagio de la terrible situación de pobreza que afectará a siete millones de personas.
Además, esta última semana se conoció un informe que fue respaldado por Naciones Unidas en los que se detalla que la hambruna en el norte de Gaza es inminente; de hecho el 70% de la población ya sufre niveles elevados de hambre y desnutrición.
En los últimos meses se han conocido cifras que difundió el Ministerio de Salud de Gaza en el que se detalla que al menos 25 personas, incluyendo bebés e infantes, murieron de hambre y deshidratación.
En ese contexto, la basura ha tomado un rol fundamental para esta población, dado que muchas veces es el único sitio de donde pueden sacar algunos recursos. Además, las personas llegan a consumir agua contaminada, lo que genera diversas enfermedades que complican aún más la situación.
Pero el hambre no es sólo un problema de estos países sino a nivel mundial. De hecho, se encuentra entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que son un plan para conseguir un futuro sostenible entre los que se incorporan los desafíos globales como pobreza, hambruna y crisis climática. Para lograr afrontarlo es necesario cumplir con los desafíos para el 2030.
Más precisamente, el objetivo 2 es crear un mundo libre de hambre para 2030. Esto surgió de la preocupación de este problema global vinculado a la hambruna y la inseguridad alimentaria que ha aumentado de manera alarmante desde 2015.
Esto se ve sumamente influenciado, además, por otros conflictos que empeoraron la situación entre los que se puede mencionar no sólo las desigualdades sociales, sino el cambio climático y las crisis sanitarias.
Para el 2022, según las Naciones Unidas, aproximadamente 735 millones de personas (o el 9,2 % de la población mundial) se encontraban en estado de hambre crónica. Además, se estima que 2400 millones de personas se enfrentaron a inseguridad alimentaria de moderada a grave. Esta cifra representó un aumento de 391 millones de personas en comparación con los números del 2019.
Por eso, en esta oportunidad queremos hablar sobre qué es la hambruna y cuándo se declara, una de las grandes causantes de la crisis humanitaria que hay en la actualidad.
Qué es la hambruna y cuándo se declara
Como se dijo anteriormente, son muchas las personas que padecen hambre. Sin embargo, producto de la crisis humanitaria, algunos sitios están en riesgo de sufrir hambruna. Pero, ¿cuál es la diferencia? ¿Cuándo se declara, cómo se produce y qué implica que esto suceda?
Esta declaración la hace Naciones Unidas- algunas veces en conjunto con los Gobiernos u otras organizaciones humanitarias-. La misma ocurre cuando un país o sitio tiene una escasez de alimentos tan grave que su población enfrenta desnutrición aguda, inanición o muerte.
Pero, ¿cómo se mide y llega a declarar? Para hacerlo se utiliza una escala de la ONU llamada Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC), a partir de la cual se clasifica la escasez de alimentos -o inseguridad- de un país en cinco niveles de gravedad diferentes. El último nivel, el quinto, representa la hambruna y el peor.
Para que un país se declare en situación de hambruna es necesario que se den las siguientes cuestiones:
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Al menos el 30% de los niños sufren desnutrición aguda.
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Al menos el 20% de los hogares se enfrentan a una falta extrema de alimentos.
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Dos adultos o cuatro niños por cada 10.000 personas mueren cada día producto del hambre o la interacción de la desnutrición y las enfermedades.
Ahora bien, muchas personas se preguntan por qué se produce la hambruna y cómo se llega a esto. Según el IPC mencionado, las crisis alimentarias extremas tienen múltiples causas, que pueden ser provocadas por el hombre, impulsadas por la naturaleza o una combinación de ambas, por ello el cambio climático y la urbanización juegan papeles claves en este tipo de cuestiones.
Por ejemplo, los efectos del cambio climático afectan gravemente al acceso a los alimentos, la disponibilidad, ya que afectan considerablemente a la agricultura de la que viven las personas, lo que hace que tengan que modificar en muchos casos su alimentación por productos procesados y poco sustentables.
Lógicamente, modificaciones en el clima como sequías severas y prolongadas, aumento de precipitaciones en ciertas regiones y disminución en otras, incremento de las temperaturas y en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, derretimiento de bloques de hielo, entre otros eventos, afectan directa e indirectamente a las poblaciones.
Además, hay que mencionar la deforestación, la cual se aceleró a partir de la expansión agrícola. Al disminuir el bosque nativo se ocasiona una pérdida en la calidad del suelo, que impide la absorción de las lluvias, que a su vez aumenta el caudal de los ríos en algunas zonas. Todo se relaciona y está vinculado, y lo que se ven afectadas son las sociedades, los lugares donde habitan, la agricultura, los alimentos, la economía; todo.
La diferencia entre el hambre y un país declarado en situación de hambruna es que cuando se da esta última, por lo general, la ONU, gobiernos internacionales, agencias y ONG humanitarias responden proporcionando suministros de alimentos y financiación de emergencia. También, algunos organizaciones brindan tratamientos contra la desnutrición, así como también artículos de higiene .
¿Por qué Gaza y Sudán corren riesgo de sufrir hambruna?
Ahora que ya mencionamos cuáles son las situaciones que se tienen que dar y a partir de qué índice se evalúa y declara la hambruna, hablaremos sobre el caso de Gaza del Norte y de Sudán del Sur.
Según la ONU, la hambruna es inminente en el norte de Gaza y podría ocurrir en cualquier momento entre marzo y mayo de 2024, y se produce a 3 meses del conflicto con Israel tras los ataques de Hamás el pasado octubre.
A partir de esto, según la clasificación del IPC, la mitad de la población, es decir alrededor de 1,1 millones de personas, pasa situaciones de hambre y si la situación sigue así, el peor escenario es que toda la población de Gaza sufrirá hambruna en julio de este año.
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De hecho, según han declarado desde la ONU esta ciudad tiene la proporción más alta de personas que enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria aguda que jamás se haya clasificado por el IPC en cualquier área.
Por otro lado, el caso de Sudán del sur, otra parte, funcionarios de la ONU advirtieron que la guerra que estalló en ese país hace un año ha afectado a la producción de alimentos, que es insuficiente, así como a los precios que resultan elevados. Es una de las crisis humanitarias más grandes y podría desencadenar en el mayor problema de hambre en el mundo.
Incluso, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) realiza trabajos para restaurar infraestructura como carreteras y escuelas. También cuenta con equipos de respuesta móviles que viajan a zonas remotas para entregar alimentos y otro tipo de asistencia.
Según el PMA casi 18 millones de personas en Sudán se enfrentan actualmente a una grave inseguridad alimentaria como consecuencia de la guerra civil. Asimismo, UNICEF declaró que ha observado desnutrición entre los niños más pequeños, así como brotes de cólera, sarampión y malaria.
Pero el hambre y la desnutrición no sólo afecta a estas dos áreas, sino que según la organización humanitaria “Acción contra el Hambre” hay otros sitios que tienen niveles preocupantes entre los que se puede mencionar Afganistán, Etiopía, Pakistán, Somalia, Siria, Yemen, la República Democrática del Congo y Haití.
Según las Naciones Unidas, “2000 millones de personas en el mundo no tienen acceso habitual a alimentos seguros, nutritivos y suficientes. En 2022, 148 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento y 45 millones de niños menores de 5 años sufrieron emaciación” (es decir bajo peso para la altura).
El persistente aumento del hambre y la inseguridad alimentaria, impulsado por una compleja interacción de factores, exige atención inmediata y esfuerzos globales coordinados para aliviar este desafío humanitario crítico.
Para eso, es importante poder contribuir con cambios en las rutinas personales, es decir en los hogares y el trabajo. Además, ser consumidores conscientes, apoyar a los mercados locales y elegir alimentos sostenibles.
Fuente: ONU, BBC, PMA.