Se conoció de esta noticia con final feliz. En un operativo para salvar a 130 calderones varados, la mayoría de estos animales fueron retornados al mar. Algo poco frecuente, ya que las ballenas varadas no son fáciles de rescatar.
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Las ballenas encallaron en Dunsborough, al suroeste de Australia
Los equipos de rescate se apresuraron a llegar a la playa situada en la localidad costera de Dunsborough, al sur de Perth, para atender a las ballenas. Fue una vista abrumadora: ahí estaban, cientos de ballenas, una sobre otra encima de la arena.
Las ballenas piloto son conocidas con el nombre de “calderones”. Son cetáceos de piel gris oscura, que miden entre 3,5 y hasta 6 metros de largo. Pertenecen a la familia Delphinidae, por lo que son odontocetos y bastante hábiles.
Como sucede con casi todas las ballenas, los calderones encallan. Quedan varados sobre playas, hasta que mueren. No se sabe por qué ocurre esto, pero en este caso la comunidad de Dunsborough uso manos a la obra para regresarlos al mar.
130 ballenas fueron devueltas al mar
Se contaron 158 calderones varados, de los cuales 130 lograron ser salvados. El departamento de Parques y Servicio de Vida Silvestre de Australia Occidental (DPAW) se encargó de este trabajo, junto con ayuda de los lugareños.
Las manadas de ballenas pueden volver a varar incluso después de haber sido salvadas. Como resultado, los aviones observadores en el área continúan observando y viendo si los animales liberados regresarán a la costa.
“Hasta ahora, han permanecido fuera de la playa”, han declarado las autoridades australianas. “Sin embargo, el resultado final fue una buena noticia, ya que a menudo con estos eventos, solo es posible guardar unos pocos.”
Los conductistas animales y los científicos marinos han dicho anteriormente que las tasas de supervivencia de las ballenas varadas son bajas y que los animales “sólo pueden sobrevivir unas seis horas en tierra antes de empezar a deteriorarse.”
Un rescate llevado a cabo con ayuda de los habitantes de la zona
Grupos de lugareños y funcionarios de vida silvestre trabajaron juntos para mantener a los animales frescos y empujaros de regreso al agua. Lastimosamente, 28 de estos cetáceos no lograron ser salvados y sus cuerpos quedaron sobre la arena.
Muchas veces, las ballenas regresan a la playa. O, simplemente, se niegan a nadar aguas adentro y luchan hasta quedar sin vida. Una situación que desconcierta a la ciencia: ¿por qué este comportamiento de los cetáceos?
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¿Habías escuchado esta noticia? Haber salvado 130 ballenas es todo un logro. Por lo general, cuando se consiguen grupos de cetáceos encallados, se salva un poco más de la mitad. Pero, en este caso, rescataron a 130 de 158 calderones.
Fuente: edition.cnn.com.