Tener la información precisa de lo que comemos, resulta imprescindible para tener una vida saludable. O al menos, debemos fijar este objetivo a la hora de ir de compras al supermercado, saber o entender lo que se va a consumir. Es por esto, que en países de Latinoamérica, se ha incorporado la ley de etiquetado frontal, la cual buscará advertir fácilmente al consumidor sobre el contenido del producto al leer el paquete.
Desde hace mucho tiempo, la Organización Panamericana de la Salud, ha venido siendo insistente sobre la información nutricional que aparece en los empaques de los alimentos. Incluso, ha publicado una serie de lineamientos que pueden servir de guía a las autoridades sanitarias de los países.
Quizás, la ley de etiquetado frontal solo forme parte de una tendencia o movimiento. Pero, lo cierto es que saber o poseer más información sobre lo que consumimos, puede ayudar significativamente a disminuir enfermedades no transmisibles que son verdaderos problemas de salud pública.
¿Qué es el etiquetado frontal?
La OPS define al etiquetado frontal como una herramienta práctica y fácil para informar al consumidor sobre los productos que pueden perjudicar la salud. También, busca orientar la decisión de compra y asegurar que el consumidor sea consciente de lo que lleva a casa. En este sentido, se ha creado un modelo de perfil de nutrientes con advertencias claras.
Las advertencias, estarán en la parte frontal de los paquetes en forma de etiquetas claramente visibles. Entre la información que brindará el etiquetado, se encuentra la declaración de contenido del alimento, si cuenta con: sodio, grasas saturadas, grasas trans, grasas totales, o cantidades excesivas de azúcar.
¿Qué enfermedades se buscan prevenir?
Muchas de las enfermedades no transmisibles aparecen a causa de la mala alimentación. Aunque, también podría influir la falta de información a la hora de ir de compras. En este sentido, la ley del etiquetado frontal busca evitar los malos hábitos alimenticios y cuidar la salud del consumidor.
Las enfermedades más comunes en Latinoamérica causadas por malos hábitos son las enfermedades crónicas respiratorias, cardiovasculares, diábetes y cáncer. Según varios estudios médicos, estas patologías están asociadas a consumos excesivos de azúcares, sodio, grasas y otros nutrientes críticos.
Ley del etiquetado frontal
Naciones como México, Perú, Uruguay, Chile y Argentina, asumieron las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud y emitieron leyes que obligará a los fabricantes a advertir al consumidor mediante el etiquetado frontal. Cada uno con ciertas variantes, pero siguiendo la misma línea, manteniendo la forma de la etiqueta y los colores de la advertencia.
En México
Los consumidores mexicanos ahora podrán conocer fácilmente lo que comen, gracias a las modificaciones de la NOM-051. Esta ley, fue gestionada tanto por el poder Ejecuitivo, como por el Legislativo. Para el año 2019 se propuso en la Cámara de Diputados reformar la Ley General de Salud, y la modificación se aprobó el mismo año.
Se determinó que los productos (alimentos o bebidas) nacionales o extranjeros que se comercializan en México, deben contar con un etiquetado frontal. El mismo, debe advertir claramente si el contenido excede los niveles saludables de azúcares, grasas y demás componentes del alimento que puedan causar daños a la salud del consumidor.
Las modificaciones a la norma se llevó a concenso con varios sectores, entre ellos el industrial, salud y el de educación. Incluso, se establecieron mesas de trabajo donde se llegaron a obtener más de 5000 comentarios, lo que marcó un récord como la norma más comentada hasta la fecha en el país latinoamericano.
El etiquetado frontal en México quedó fijado en cinco sellos, los cuales aparecerán si el producto se excede en sodio, azúcares, calorías, grasas trans y grasas saturadas. Todo esto, siguiendo con las pautas de la OPS. Además de los sellos, la NOM-051 establece dos leyendas adicionales, las cuales indicarán si el producto contiene cafeína. Asimismo, si cuenta con edulcorantes, ambos componentes no recomendable para el consumo en niños.
Otro punto que regulará la Ley de Etiquetado Frontal, es la publicidad que tendrán los productos; ya que no se les permitirá contar con estrategias publicitarias. Tampoco con elementos persuasivos, ni el uso de personajes animados.
En Argentina
Después de horas de debate y pronunciamientos, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó la Ley del Etiquetado Frontal. Al igual que en México, obligará a los fabricantes a colocar advertencias en los alimentos procesados. A fin de advertir al comprador y visibilizar el contenido de los productos.
Las advertencias, aparecerán en el lado frontal del paquete en forma de octógonos negros, con letras blancas. Estas etiquetas alertarán sobre la presencia excesiva de grasas saturadas, grasas totales, calorías, sodio y azúcares. Al momento de establecer los parámetros de la ley, se tomó como referencia el perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud.
El proyecto de ley, causó mucha polémica entre los diputados. Mientras unos aseguraban que se avanzaba más hacia la prevención y control de enfermedades. Otros afirmaban que se estaba estigmatizando y creando restricciones innecesarias en el mercado. Finalmente, la ley de etiquetado frontal obtuvo la mayoría de votos para su aprobación.
Guía para saber leer la información nutricional
Una encuesta realizada por la Universidad Siglo 21, arrojó que el 75 % de las personas no lee la información nutricional de los alimentos procesados. Además, el estudio afirma que 3 de cada 4 personas, no logra entender lo que está leyendo. En consecuencia, se abre una ventana muy grande a la no información de lo que se está consumiendo.
Normalmente, los nombres desconocidos por muchos, son variaciones químicas de azúcares, grasas, calorías y sodio. Muchas de ellas nocivas para la salud, por ello, es necesario conocer algunos términos que se pueden encontrar en la tabla de información nutricional de los empaques. Más allá de solo leer los sellos que proporcionará el etiquetado frontal.
Cloruro de sodio
Se puede encontrar dentro de los aditivos del alimento como resaltador de sabor o edulcorante, y no aparacer expresamente en la información nutricional. La cantidad diaria considerada segura es la 5 % por porción, al contener 20 % o más, se considera excesivo. Por ejemplo, alimentos procesados como los fideos contienen más del 50 % de cloruro de sodio por porción.
Ciclamato de sodio
Es tan nocivo para la salud, que se prohibió en países como Estados Unidos. Una de sus principales funciones es la de edulcorante, y se usa en productos de consumo como yogures y cremas dentales.
Glutamato de sodio
Posee gran popularidad en la industria de los alimentos salados para realzar el sabor. Aunque se asegura que su uso es peligroso y nocivo. Existen quienes defienden su uso y niegan que produzca daños y efectos de adicción.
Sacarina de sodio
Se usa desde hace muchísimo tiempo para endulzar, es mucho más dulce que el azúcar convencional, por lo que su rendimiento es mayor. A pesar de ello, es uno de los menos recomendados por los expertos en nutrición.
Aspartamo
Es uno de los edulcorantes más famosos, y como muchos de ellos, no se controla con precisión, ya que existe la teoría de que no tiene aportes calóricos significativos. Por lo que no se tiene una idea precisa de la cantidad que ingiere cada persona.
Almidón modificado
Normalmente usado como relleno por sus propiedades espesantes, también aporta texturas a los alimentos. Además, su rendimiento es alto, por lo que se incluye en muchísimos productos como jugos y alimentos con líquidos.
Lactosa
Básicamente significa azúcar, solo que proviene de la leche, es separado de la misma tras un proceso industrial. Regularmente, se usa como aditivo para endulzar.
Sacarosa
Esta es quizás la que más se acerca a los ingredientes que se encuentran en casa, se trata de la azúcar blanca de mesa. Aunque se cree inofensiva y popular, su alto consumo puede desencadenar una serie de enfermedades como diabetes y complicaciones cardiovasculares.
Sulfito
Se usa como antioxidante, para evitar que los alimentos cambien de color. Aunque, es obligatorio que se indique su presencia en mayúsculas, ya que muchas personas son sensibles al mismo. Normalmente, aparece en productos congelados, vinos, vinagres y purés.
Maltosa
Se trata de otro aditivo que endulza, básicamente se trata de azúcar. Pero, su composición molecular es diferente a la convencional.
Propionato de calcio y sorbato de potasio
Son aditivos químicos que logran alargar la vida de los alimentos en los estantes de supermercados. Como conservantes, evitan la creación de hongos y otros contaminantes.
Glucosa
El endulzante por excelencia en la industria alimenticia, es altamente usado y es la forma más pura de azúcar. Un alto consumo de glucosa podría afectar de manera rápida al organismo.
Sin lugar a dudas, la ley de etiquetado frontal ayudará al consumidor a entender lo que está llevando a casa y en consecuencia a cuidar su salud y alimentación. Además, a largo plazo podría influir en las cifras de personas que padecen enfermedades crónicas no transmisibles.