Alguna vez te has preguntado: ¿por qué los girasoles persiguen al sol? Desde hace siglos, se han pesquisado explicaciones al respecto. Lo cierto es que estas plantas han encantado a los humanos y lo siguen haciendo.
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Una explicación mitológica
Los griegos narraban el origen de los girasoles de una manera bastante especial. En sus narraciones, aseveraban que una Ninfa se enamoró de Apolo, el Dios del Sol, sin ser nunca correspondida en sus pretensiones.
Apolo la ignoraba, por lo que la Ninfa se limitó a contemplarlo. Se quedó sobre la tierra, mirando como su amado (representado por el sol) daba vueltas sobre el firmamento. Al final, a la Ninfa le salieron raíces.
La cara de la Ninfa se volvió parecida al sol. Por eso, los girasoles tienen un centro grande y amarillo, rodeado de pétalos que simulan los rayos solares. La ninfa se convirtió en la primera de estas plantas.
Una explicación científica en el siglo XXI
La respuesta parece estar en los ritmos circadianos propios de estas flores. Es decir, tienen un reloj biológico sumamente poderoso. Para comprobar esta teoría, un grupo de investigadores decidió hacer algunos experimentos.
El primer paso fue colocar varios girasoles en macetas de laboratorio. Las flores fueron acumuladas estratégicamente para que apuntará hacia el este cuando cayera el sol. Es decir, que estuvieran al revés.
Para lograr esto, fue necesario inmovilizar el tallo de estas plantas. Como resultado, estos girasoles no podían girar para estar del frente al sol. Al final, su reloj biológico término completamente afectado.
¿Y cuál fue el resultado del experimento? Pues, las plantas perdieron un 10% de su biomasa. Además, el tamaño de sus hojas se redujo considerablemente. Por lo tanto, necesitan de la luz para su crecimiento y desarrollo.
En resumen, estas plantas tienen un fototropismo acentuado por razones de metabolismo. No es casual que su flor sea tan grande, ya que continuamente recibe energía de los rayos solares, lo cual le ayuda a reproducirse.
Los girasoles en el mundo del arte
Tal vez, ha sido una de las flores predilectas de muchos artistas. No obstante, el más conocido es el holandés Vincent Van Gogh. Sus famosas pinturas de girasoles forman parte del acervo artístico mundial.
Por otra parte, la belleza de los girasoles también incuba la energía vital de una planta en movimiento. La existencia de una flor que se mueve constantemente es algo que despierta la imaginación y maravilla los humanos.
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¿Te gustan estas flores? Pues, ahora conoces algunas de las razones por las cuales siempre se mueven en dirección a la luz solar. Sin duda, son unas plantas maravillosas.
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