Daljinder Kaur tiene 73 años en la actualidad, pero se convirtió en madre hace apenas un año, a los 72. Era madre primeriza de un niño llamado Armaan, que ya gatea. Y es que a pesar de la felicidad de traer un niño al mundo, para ella los problemas no han parado desde que dio a luz.
Luego de años de intentos fallidos por quedar embarazada, su esposo Mohinder Singh Gill, de 80 años, aceptó que Daljinder se sometiera a una fecundación in vitro.
El procedimiento se dio normalmente y Daljinder tuvo sus 9 meses de embarazo, pero luego del parto empezó la verdadera pesadilla.
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El hecho de haber tenido un hijo a una edad tan avanzada ha tenido consecuencias notables sobre la salud Daljinder. Desde entonces ha sufrido de una presión alta sin control y muchos dolores articulares.
El bebé tampoco cuenta con la mejor salud, su peso es inferior a lo recomendado para su edad y tamaño, porque su madre solo fue apta para amamantarlo por unos 3 meses, pues la producción de leche materna la agotaba físicamente, y nunca fue muy abundante.
Al respecto, los médicos han impuesto dietas especiales al niño y a la madre para contrarrestar la situación.
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A pesar de sufrir los problemas típicos de salud de personas de su edad (y adicionalmente los relacionados con un parto extremadamente tardío), ellos son padres primerizos que no se arrepienten de haber tenido un hijo.
Entre las variadas actividades que realizan con su hijo, se encuentra el llevarlo a un templo para recibir bendiciones que le aseguren una vida sana y larga.
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