La esclerosis es una enfermedad que ataca al sistema nervioso de un modo muy particular, y en un principio no se sabe si sólo serán pequeños episodios o si se volverá progresiva. Sea como sea, quienes la sufren se sienten inmensamente frustrados al ver cómo se van perdiendo las habilidades motoras.

Cuando esta enfermedad es del tipo progresiva las esperanzas de quienes la padecen suelen desvanecerse por completo. Es el caso de la estadounidense Kathy Felt, quien pensaba que no podría hacer nada más que vender su casa y con ese dinero quedarse en un asilo de ancianos hasta que su cuerpo se lo permitiese.

Fuente: CBS News

Sin embargo, lo que le pasaba a Kathy no pasó desapercibido en el barrio. Un vecino llamado Keith Pugmire sintió interés en su caso, y conmovido por su opción de ir a un asilo buscó como ingeniárselas para que pudiese seguir viviendo cómoda en su casa y sin que le faltase atención.

De este modo creó un equipo de voluntarios para que hicieran una sencilla pero muy importante labor para este pobre mujer. Ellos ayudan a Kathy a la hora de dormir, levantándola de su silla de ruedas y acomodándola en la cama para que pueda dormir cómodamente.

La acción surgió ya que aunque la mujer contaba con la ayuda de sus hijos (quienes la atienden todas las mañanas levantándola, limpiándola y dejándola lista para el día) ya no podían atender las necesidades de su mamá en las noches.

Fuente: CBS News

La pequeña iniciativa sobrevivió y creció. Ya van 10 años en la que los vecinos de la comunidad de Sandy, en Utah, ayudan a Kathy Felt a no estar desatendida ni sola y que duerma cómodamente en su cama a pesar de estar en silla de ruedas.

Para hacerlo posible, Keith Pugmire los organiza para que roten mediante turnos, de manera que nadie pierda mucho tiempo y sólo ganen amor por dedicarle unos minutos a esta agradecida mujer. Luego de 10 años, el acto de bondad ahora suma un equipo de 60 hombres.

Para Kathy es "su milagro". Dice que ha llorado de lo conmovida que está gracias a estos hombres. Lo mejor es que ahora no necesita vender su casa ni abandonar el espacio donde siempre ha estado cómoda.

Fuente: CBS

Muchos no se unieron por ayudar, sino que simplemente no pudieron decir que no ante la insistencia de Keith Pugmire. Pero en el camino descubrieron que ayudar a otros es gratificante y los hacía mejores personas.

No hay dudas de que esta comunidad se merece un premio como los mejores vecinos, y todo gracias a la organización y trabajo en equipo ¿Eres un buen vecino? Quizá puedas hacer más sin mucho esfuerzo como estos hombres.

Fuentes:

Fabiosa

Western Journal