Marian, una turista española que trabaja en el mundo de la comunicación y la educación conoció a dos amigos dispuestos a cambiar el modelo educativo de su país. Así nació la organización Afrikamiga Proyect en el norte de Tanzania.
En Afrikamiga trabajan por el derecho a la educación en zonas desfavorecidas de Tanzania y para mejorar la calidad de vida de familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Hoy en día se desarrollaron ocho proyectos distintos que responden a la misión de la organización.
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Pero esta historia se remonta a 2018, cuando Michael y Robby, nacidos en Tanzania, decidieron ayudar a los niños de la escuela pública de Ngongongare dentro de su comunidad. Lograron recolectar diversos libros, materiales y ropa para entregarles a las familias de la escuela. Desde ese momento, y junto a Marian, comenzó el sueño de aportar a la transformación de la educación pública.
Huellas viajó a Arusha para conocer esta increíble historia que recién comenzaba. Convivió cuatro días con la comunidad de Maji ya chai para ser parte de ella y vivir en primera persona cómo estos dos amigos están transformando la realidad.
Debemos entender la situación de precariedad en la que se encuentra la educación pública en el país africano. Hace más de cincuenta años que el gobierno estatal no invierte en mejorar la infraestructura, y en una escuela de más de 700 niños se nota. Por ello, Afrikamiga trabaja también con la infraestructura realizando el mantenimiento de las paredes, ventanas, puertas, etc.
¿Puede concentrarse en clase un alumno que no comió? ¿Cómo motivar a un niño que debe caminar seis kilómetros descalza para llegar a la escuela? La pasión lleva a esta organización a trabajar para achicar las desigualdades que viven estos niños y así lograr que reciban una educación de calidad. Una educación que los transforme y que ellos puedan disfrutar.