Un día de spa es un plan ideal para descansar y disfrutar de un momento de auto-cuidado. ¿Sabías que puedes preparar tu propio spa personalizado en casa con poco dinero?
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Elige productos naturales que nutran tu cabello y tu piel, y crea un ambiente relajante con muy pocos elementos.
¿Qué necesitas para preparar tu spa en casa?
1. Elige un espacio cómodo y tranquilo de la casa
Puede ser el cuarto de baño o tu habitación. Asegúrate de que no haya interrupciones durante tu rutina de cuidados. Disfruta de un momento pacífico y lejos de las responsabilidades diarias.
2. Pon una playlist con música relajante
Prepara una lista de reproducción con música tranquila para lograr un clima similar. ¡Elige canciones que te transporten mentalmente a un auténtico spa!
3. Prepara un kit de cremas, mascarillas y elementos necesarios
Asegúrate de tener todo a mano. Prepara un kit de productos naturales, incluyendo mascarillas caseras para colocar en tu cabello y en tu piel. Incluye elementos como set de manicura, esponjas, cepillos, toallas y velas de soja.
4. El teléfono en modo avión (¡y tú también!)
Reserva un momento para ti y evita cualquier distracción, incluyendo redes sociales. Si puedes, tómate el día libre.
Los estímulos externos interrumpirán la atmósfera tranquila que has creado y no descansarás lo suficiente.
paso a paso para una rutina de spa natural
Limpia tu rostro, cuello y escote, y exfolia tu piel con los productos adecuados. En la piel de tu cara, coloca una mascarilla natural hecha en casa.
Mientras actúa, sigue con un buen baño caliente. Lava bien tu cabello y coloca una buena mascarilla hidratante. Para potenciar su efecto, envuélvelo en una gorra y una toalla para darle calor. Si tienes bañera, aprovecha el agua caliente para relajarte por unos minutos. Puedes leer un libro o simplemente cerrar los ojos.
Si eliges la segunda opción, coloca unas rodajas de pepino sobre ellos. Estos ayudan a reducir las ojeras y a relajar la zona de los ojos.
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Lava toda tu piel, a excepción del rostro, con un jabón suave. Una vez limpia, exfolia todo tu cuerpo, evitando cuello y escote.
Así, estarás ayudando a regenerar la piel, eliminando células muertas y permitiendo que los productos que apliques se absorban más fácilmente. Luego, enjuaga tu cabello y tu cuerpo. Al salir del agua, seca con toallas y aplica una crema hidratante natural.
Mientras se absorbe, enjuaga tu rostro y coloca una crema adecuada para tu tipo de piel con suaves masajes. Para finalizar, dedica un instante al cuidado de tus manos y tus pies.