Varios expertos aseguran haber resuelto haber resuelto uno de los grandes enigmas de la Isla de Pascua. Muchas dudas orbitan en torno a esta ínsula, la cual es uno de los atractivos turísticos más importantes de Chile.
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La Isla de Pascua y sus grandes monolitos
Tiene una extensión de 163,6 km2. Los europeos la descubrieron en 1772, cuando tres barcos holandeses llegaron a sus riberas. El capitán de ese trío de naves era Jakob Roggeveen, quien le puso el nombre de Isla de Pascua.
La llamaron así porque la descubrieron durante el día de Pascua. Desde entonces, se ha convertido en un sitio interesante y que acicatea curiosidad. Lo que primero llama la atención son sus grandes esculturas.
Estas esculturas son llamadas “Moai” y son hechas en piedra, completamente monolíticos. Representan figuras humanas que miran hacia el horizonte o el mar. Son obra de la llamada cultura Rapa Nui.
Una isla sin suministro de agua dulce
Los habitantes de esta isla son llamados Rapa Nui, siendo los autores de las esculturas. Se han encontrado canteras con esculturas enormes, de más de 20 metros, inconclusas. Su significado aún se desconoce.
Sin duda, el misterio mayor de esta isla son los Moai. ¿Por qué los hicieron? ¿Cuál es su significado? Sin embargo, no es la única incógnita. Otra interrogante es dónde obtenían agua para beber sus habitantes.
Es imposible que un grupo humano pueda beber el agua salada. Y en la Isla de Pascua no hay suministros de líquido dulce. Entonces, siempre se ha querido saber cómo sobrevivían los integrantes de los Rapa Nui.
Por mucho tiempo, se pensó que los Moai fueron hechos por extraterrestres. Se han descubierto maneras en que los Rapa Nui los elaboraron. No obstante, queda la duda de cómo obtenían el agua para vivir.
Ahora, se sabe que el agua de lluvia se filtra bajo la ínsula en formaciones rocosas. Se mezcla en el litoral con agua de mar, creando así un líquido con salinidad tolerable por el cuerpo humano, pudiendo así beberlo.
Los Moai colaboran en este proceso
Al parecer, el agua fluye por la roca como lo hace a través de un filtro. De esa manera, se infiltra en la porosidad de los Moai. Por lo tanto, en el perímetro de estas esculturas se escurría agua útil para el consumo humano.
Esta teoría aún tiene mucho de especulación. Sin embargo, gracias a una captura de video con drones se ha detectado como se mueve el agua de lluvia sobre la geografía de esta región. Algo bastante interesante.
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¿Cómo se sobrevive en una isla sin agua dulce? Esa es la interrogante que se ha planteado aclarar en este caso, misma que es necesaria para entender la cultura Rapa Nui.
Fuente:
LA NACION