El sujeto se llama Michael y lo demandaron sus vecinos. ¿Cuál es el motivo de la discordia? La gente dice que el gallo del señor Friedrich canta al menos 200 veces al día y es una verdadera tortura. ¡Ya no lo soportan!
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Un gallo en un vecindario de Alemania
El señor Michael tiene su residencia en el municipio de Bad Salzuflen, noroccidente de Alemania. Tiene espacio en su jardín para criar aves. Hace unos años, compró varios polluelos y los ha dejado crecer en su terreno.
Uno de los polluelos resultó ser un gallo, por lo que cumple con un ritual de estos animales. Levanta su pico y canta, con mucha fuerza. Lo habitual es que tales aves hagan sus cantos en horas de la mañana, al despertar.
Sin embargo, los vecinos del señor Michael atestiguan que el animalito es escandaloso. No lo soportan y han reclamado cientos veces para que el señor Michael se deshaga de ese pájaro ruidoso que tanto les incomoda.
Una pareja de vecinos inició la rencilla en tribunales
Se trata de Friedrich-Wilhelm y su esposa Jutta, vecinos colindantes del ya mencionado señor Michael. “El gallo tiene que largarse”, dicen estos esposos. Están hartos de reclamar y pedir se solucione este problema.
“Empieza desde las 8:00 am”, afirma la pareja: “… pero luego canta entre 100 y 200 veces a lo largo del día. Es una tortura”. El interminable cacareo del pájaro los tiene obstinados, lo oyen en todas partes: cuartos, ducha, cocina y sala.
Es normal que los gallos hagan ruido, pero en este caso parece tratarse de un ejemplar sumamente alborotado. Los vecinos han tenido que cerrar algunas ventanas para aminorar el bullicio del ave, pero la algarabía es constante.
Por su parte, el demandado piensa pelear ante el juzgado. En su opinión, no es un animal peligroso. Además, hay perros que ladran en el vecindario y nadie se queja. Dice que necesita el gallo para el corral y las gallinas.
¿Qué culpa tiene el gallo?
Algunos defensores de los animales están al tanto: advierten que estarán pendientes de que no se violente al ave. Estos animales son así, emiten su cacareo y canto al estar en celo. Una costumbre normal en tales pájaros.
Se considera que el gallo no es el “denunciado”. En dado caso, es el señor Michael quien debe ser objeto de las acusaciones. Por eso, insisten en que los derechos del ave deben ser respetados en todo momento.
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¿Quién tiene la razón es este caso? El abogado de los esposos Friedrich-Wilhelm y Jutta ya introdujo un pliego conflictivo donde describe al ave como “inadecuada para una urbanización tranquila”. ¿Qué sucederá?
Fuente:
LA NACIÓN