Se hizo viral ya que dejó el trabajo de sus sueños. ¿Y qué hizo? Compró una van y se animó a vivir incómodo para encontrar su rumbo. “Me daba miedo tener tiempo libre”, confiesa ahora el hombre que ha viajado por muchos lugares.
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Se llama Santiago Camejo y es oriundo de Montevideo
Lo tenía todo. Un trabajo estable, su propio departamento en el centro de Montevideo y un círculo social amplio. Pero, se dio cuenta de algo: estaba persiguiendo cosas que lo desgastaban, posponiendo cosas que había soñado.
Uno de sus ideales era viajar por el mundo .A su vez, le gustaba desconectarse. Recordaba mucho su infancia: sus padres vacacionaban en San Gregorio de Polanco y ahí se desconectaban de todo, solo la alegría de estar consigo mismos.
Algo similar le pasaba a sus 33 años. Se dio cuenta de que trabajaba para satisfacer su ego y no su alma. El ego lo obligaba a cumplir con expectativas ajenas, pero no a hacerse sentir en verdad feliz y sereno con su corazón.
Y entonces, llegó pandemia: una oportunidad
Había empezado a trabajar a los 19 años. Desde esa edad, fue empleado en un banco donde siempre vistió de traje y corbata. Eso lo hacía sentir bien, además de que ascendía en lo labor. Pero, algo no encajaba del todo.
“Me di cuenta de que estaba llenando un vacío con actividades o vínculos que no me llegaban. Todo lo que entonces hacía era más para mi ego que para mi alma. Pensaba que tenía todo y que con eso me alcanzaba para ser feliz. Pero en realidad no tenía nada porque no me tenía a mi”
Dos cosas lo cambiaron: 1) ayudó a un equipo de Powerchair Football [fútbol en silla de ruedas]; y 2) el confinamiento de la pandemia. Colaborando con la gente en silla de ruedas, se dio cuenta de que la gente era feliz cumpliendo sueños.
Con la pandemia, su día a día cambió. Trabajó a distancia, rompió la rutina y tuvo la oportunidad de solo estar consigo mismo. Se sintió bien y empezó a planear un cambio. Entonces, renunció a su empleo y se compró una van.
A su vez, en su familia pasaron cosas graves. Hubo gente que pasó por problemas de salud y entendió que la vida era breve. Entonces, era hora de hacer algo diferente, pues el tiempo se le agotaba.
“Me daba miedo tener tiempo libre”
Es su actual autodiagnóstico. Vive en la van que compró, rodando y conociendo lugares. Ha transitado por muchos sitios de América: el desierto de Atacama, las cataratas del Iguazú, selva brasileña y gran cantidad de playas.
“Viajar es un camino de autoconocimiento que recomiendo a cualquier persona que tenga ganas de incomodarse. Muchos me preguntan si viajo solo. Estoy sin compañía humana, pero siempre con Lolo [su perro, mascota] a mi lado. Somos muchos los viajeros solitarios”.
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¿Qué opinas acerca de la historia del uruguayo Santiago Camejo? Es alguien que se animó a cortar con los nexos de su ego. Quiso vivir para sí mismo y no para complacer a una sociedad.
Fuente: La Nación.