Te has inquirido: ¿cuál son las zonas más dolorosas del cuerpo para hacerse un tatuaje? Esta manera de ornamentar la piel es muy popular. Pero el proceso de pintar y dibujar la epidermis puede ser de un dolor intenso.
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El arte del tatuaje es muy antiguo
Los tatuajes se practican desde hace siglos. En primera instancia, como muestras de jerarquía o para mostrar ciertos símbolos en la piel. Lo cierto es que la técnica se ha ido perfeccionando hasta nuestra época.
Para tatuar, se necesitan de equipos especiales y tintas permanentes en la piel. Además, el proceso llega a ser molesto: la piel duele, requiere de un tiempo de cicatrización e incluso hay cierto grado de hinchazón.
Ciertas zonas duelen más que otras al instante de tatuar. ¿Cuáles son? Pues, hay variadas contestaciones al respecto. Además, cada persona ostenta un umbral de tolerancia al dolor diferente y cambiante.
¿Dónde duele más hacerse un tatuaje?
Es una pregunta interesante, misma que formulan quienes desean hacerse varios de estos dibujos en la piel. Los tatuajes, además, se prestan para un despliegue de creatividad. Se adaptan a la anatomía corporal.
No obstante, hay sitios donde es muy incómodo tatuar. La persona debe tolerar el dolor, manteniéndose firme y sin moverse. Al respecto, hay algunas claves para entender lo referente a sensaciones dolorosas.
En general, el dolor es mayor en sitios donde la piel tiene poca grasa y gran cantidad de terminaciones nerviosa. Adicionalmente, duele bastante donde hay poco músculo y la epidermis está sobre el hueso.
¿Qué ámbitos anatómicos cumplen con lo antes descrito? Pues, podemos indicar: pies, tobillos, canillas delgadas, axilas y hombros. También, son bastante doloroso los tatuajes en toda la extensión del abdomen.
Los tatuadores deben explicar que habrá incomodidad durante la elaboración del trabajo. Hay algunas anestesias tópicas, pero no aminoran por completo la sensación. Se requiere paciencia y resistencia al cliente.
La sensación de dolor cambia entre las personas
Hay gente que tiene el cuerpo tatuado al máximo, sin haberse quejado de dolor extremo. En cambio, hay casos donde no se tolera el proceso de tatuar. Y es que la sensación dolorosa varía entre las personas.
En dado caso, siempre es necesario advertir de las zonas donde el dolor se manifiesta en mayor cantidad. A fin de cuentas, el tatuaje es no solo una expresión estética sino una experiencia en su realización.
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¿Deseas contratar los servicios de un tatuador? Pues, ya lo sabes: debes estar atento a que ciertas zonas son más delicadas e incómodas al momento de aplicar tinta sobre la piel.
Fuente:
LA NACION