El año 2021 fue clave como anclaje para las criptomonedas y el Bitcoin tocó máximos históricos. Conoce a Solana y Green Bond Meter, criptomonedas que son una gran promesa incipiente.

Pero, ¿qué es una criptomoneda?

Es un activo digital, que utiliza un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad, asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, por ejemplo, como para evitar copias. Éstas pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa tradicional, pero están fuera del control de los gobiernos e instituciones financiera.

Las criptomonedas pueden considerarse una alternativa a las divisas tradicionales, pero en realidad fueron concebidas como una solución de pago completamente convencional. En estos momentos, muchos lugares las aceptan como forma de pago.

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Foto: El País.

Lo cierto, es que hay una gran variedad de este tipo de monedas digitales, las más nombradas y reconocidas son Bitcoin, Ethereum, Ripple, Litecoin o Solana.

Al ser monedas digitales, pensamos que reduciría la contaminación al medioambiente, debido al bajo uso de materiales utilizados en operatorias bancarias tradicionales, principalmente el papel. La realidad, es que en cierto punto no es así, ya que sí afectan a nuestro ecosistema. Algunas de ellas lo hacen, no por sí mismas, pero sí debido consumo de energía y recursos que lleva aparejado su uso, como por ejemplo el Bitcoin.

Las operaciones con bitcoins representan el 0,2% del consumo mundial de electricidad

La llamada ‘minería’ de las criptomonedas es el conjunto de procesos informáticos necesarios para validar las transacciones y almacenarlas. En el caso de la minería de Bitcoins, su consumo mundial de electricidad representa el 0,2 %.

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Por otra parte, entre la gran variedad de monedas digitales, también existe Solana. Esta criptomoneda, es reconocida por usar menos energía por transacción realizada. Sin embargo, debido al uso masivo de la red, su consumo aún sigue siendo alto. Un estudio reveló que la cadena de bloques Solana emite 934 toneladas de dióxido de carbono equivalente por año.

A diferencia de las principales redes de cadenas de bloques como Bitcoin y Ethereum, que utilizan operaciones de minería para confirmar transacciones basadas en un mecanismo de prueba de trabajo. En este proceso, no necesitan energía adicional de los mineros para validar las transacciones, por lo que se consideran más eficientes energéticamente que otras.

Foto: Luxury Magazine.

Esta criptomoneda tiene como objetivo cuidar el medio ambiente. Está destinada a tres tipos de mercados: las personas que invierten en criptomonedas en general, organizaciones ambientalistas y empresas.

Green Bond Meter tiene como objetivo principal colaborar con el medio ambiente y salvar al ecosistema misionero.

"GBM es un token o una criptomoneda respaldada en la preservación de un metro cuadrado de selva de deforestación", explica Juan Núñez, cofundador y CEO, a Forbes Argentina. "Eso nos permite validar ese token a través un mapa digital, en el cual el usuario designa la cantidad de metros cuadrados que quiere preservar con su compra".

El creador también sostuvo que "ellos pueden tener trazabilidad y también hacer Ecobranding, es decir poner su foto y la marca para demostrar que están accionando contra la crisis climática. Pero además tienen acceso a créditos de carbono que emite esa tierra que se cuida. Todos los años, al cuidar y preservar estos espacios, se generan créditos de carbono y quienes tienen esa parcela pueden comprarlos con un 50% de descuento y antes de que salgan al mercado. O sea, que no solo pueden ayudar al medio ambiente sino también ganar dinero".

Foto: Ámbito.

Fuente: Ethic, Ámbito, Cointelegraph, Iproup.

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