Conocer a alguien de verdad es algo que puede tomar mucho tiempo. Cada persona tiene sus propias "capas de cebolla" que pueden ser muy difíciles de ir quitando.

Pero hay algunos pequeños atajos. Claro que nada te llevará en 5 minutos a conocer lo más profundo de una persona, pero sí te ayudarán a detectar características de su personalidad con mayor facilidad.

El juego, por ejemplo, es uno de esos atajos para saber cómo es alguien. Porque cuando una persona está jugando está focalizado en la estrategia o la dinámica general, y puede que algunas de las características de su personalidad salgan a la luz, aunque no quiera.

Conoce cuáles son algunas de las cosas que puedes averiguar de alguien mediante un juego inocente, como puede ser cualquiera de naipes, una partida de play, el tradicional ajedrez o cualquier otro.

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Empatía

En un juego puedes percibir si otra persona es empática hacia los demás, o si simplemente piensa en sí misma. ¿Integra a los demás en el juego? ¿Ayuda a quien no entiende alguna de las reglas o se molesta si el otro no avanza rápidamente?

Ansiedad

Los juegos tienen siempre esa cuota de ansiedad que nos hace estar siempre alertas para poder seguir la dinámica. Pero hay personas en las que esto es muy notorio, saltean turnos, siempre quieren ser los primeros, o no dejan a otro jugar.

Competencia

Una de las cosas más fáciles de percibir de cómo es alguien mediante el juego es cómo se maneja con la competencia. Pensemos que es algo para divertirse, pero siempre hay quien se toma el juego muy en serio, como una cuestión personal, y hará lo imposible para ganar como si se tratara de la guerra misma.

Actitud frente al éxito y al fracaso

En el juego también es más fácil advertir cómo es alguien en relación al éxito o fracaso en la partida. ¿Se ríe si pierde? ¿Se enoja? ¿Se deprime? O si gana, ¿alardea con los demás?

Agresión

Por último, una de las cosas que puedes advertir en un juego inocente es el nivel de agresividad de una persona. Hay quienes se ponen muy nerviosos e incluso pueden llegar a enojarse, agredir a otro o directamente irse si las cosas no salen como quieren.