Física cuántica y espiritualidad parecieran ser, a simple vista, cuestiones que transcurren por separado, pero para el Dailai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, se relacionan más de lo que podríamos llegar a pensar.
¿Por qué? Para el Dalai Lama todos los átomos que conforman nuestro cuerpo no se encuentran separados del Universo; así como tampoco difieren de aquellos que lo conformaron o que le dieron su origen en el pasado.
De esta manera, es posible pensar que somos seres energéticos, conectados biológicamente con cualquier otra forma de vida de nuestro planeta. Todos estamos conectados y tomar conciencia de esa conexión puede ayudarnos a comprender la importancia de generar el bien.
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Claro que las teorías que encuentran una conexión entre la física cuántica y la espiritualidad no son nuevas ni nacieron con el Dalai Lama.
Pero sí, por ejemplo, el líder espiritual realizó algunas afirmaciones interesantes. En el 2015 concurrió a una conferencia sobre física y filosofía, y exploró junto con científicos distintos temas con el fin de encontrar zonas compartidas.
Al respecto, el Dalai Lama señaló: "Hace ya más de 30 años (que) comencé una serie de diálogos centrados en la cosmología, la neurobiología, la física, incluida la física cuántica y la psicología… Creo que el budismo aporta mayor sentido a todas estos conocimientos”.
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Puntos de acercamientoSomos energía
La física cuántica busca entender las partículas elementales que componen un átomo, definir lo que no se ve, medirlo. Pero los átomos no tienen una estructura física: están conformados por energía invisible.
Éste es uno de los puntos que acercan la física cuántica a la espiritualidad: más allá de todo lo tangible y material, lo que hay es energía.
Trascendencia
Si entonces todo lo que existe es energía, se defiende la idea de trascendencia del plano físico que el budismo propone, como contrapartida de la primacía que le da a la conciencia.
Poder de creación
De acuerdo a Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia de acuerdo a la acción: si el experimentador no actúa, no hay cambio visible.
Esto demuestra que los átomos son sensibles a lo que hacemos; una idea que el budismo siempre ha sostenido: que nuestras acciones, pensamientos y emociones construyen y pueden modificar, por lo tanto, nuestra realidad.
Fuentes: