Un testimonio de la urgencia por evitarla hoguera. Así es la carta que demuestra que Galileo engañó a la Inquisición para salvarse la vida. El científico fue considerado un pecador un hablador de blasfemias.
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El geocentrismo vs el heliocentrismo
La pugna entre este par de posturas encarrilló a Galileo a uno de los juicios más célebres de la historia. El astrónomo defendía las ideas previamente esbozadas por Copérnico: “la tierra orbitaba alrededor del Sol”.
Galileo fue investigado por la Inquisición. En 1632, el científico escribió un texto llamado “Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo”. Ahí hablaba directamente del sistema solar y el Sol como epicentro.
Las doctrinas de la Iglesias sostenían que la Tierra era el centro del universo. Por lo tanto, el sol y otros planetas debía girar en derredor de la Tierra. Pero Galileo se empeñaba decir algo contrario a las voces de la Iglesia.
Un juicio que duró 23 años
El astrónomo fue acusado de herejía y llevado a un tribunal eclesiástico. Se le ordenó ponerse de rodillas y abjurar. Esto ocurrió en el año 1633, cuando el científico tenía ya 69 años y fue apresado por el Santo Oficio.
La pena por mantenerse en contra de la Iglesia era temible: ser quemado en la hoguera. Los inquisidores, además, eran hombres con talento para la tortura e infundir el miedo. Oponerse era ir directo a la muerte.
Galileo debía salvar su vida, pero tampoco quería mentir. Sus cálculos, sus observaciones telescópicas, cada tramo de geometría celeste que había revisado encajaba en que la Tierra giraba alrededor del sol.
No quiso abjurar, pero a cambio se le exigió escribir una carta donde: “debía renunciar a todas sus blasfemas investigaciones. También, respetar la verdad escrita en la Biblia”. Galileo escribió entonces esa misiva.
Esa misiva es un verdadero artificio de ambigüedad. Por una parte, Galileo dice que la “Biblia dice la verdad”, pero que es “mal interpretada”. Que muchas frases bíblicas están bajo el manto de un lenguaje de muchos sentidos.
¿Qué dice la carta redactada por Galileo?
Asevera que ciertas proposiciones de la Biblia son “lucen diferentes a la verdad si se leen de modo literal”. Argumenta que la Biblia no miente, sino que hay que “interpretarla” como un texto de lenguaje no literal.
Astutamente, el astrónomo ni negó ni aseveró el heliocentrismo en su misiva. Se dedicó a decir que la Biblia “no mentía”, dejando abierta la opción de que “la Biblia tampoco negaba que el Sol era el centro del universo”.
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¿Y qué pasó con Galileo? No fue perdonado, ya que no abjuró. Pero fue condenado a un arresto domiciliario hasta su muerte.
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