Una nueva guía, respaldada por el gobierno canadiense, considera que beber solo dos copas de una bebida alcohólica a la semana podría disminuir el riesgo que conlleva el alcohol. Se trata de una fuerte reducción con respecto a las anteriores normativas en ese país, que daban por seguras dos bebidas al día, dependiendo del sexo.
Durante años, las autoridades sanitarias de la mayoría de los gobiernos occidentales han sostenido que la ingesta de hasta dos copas al día para los hombres, y de una para las mujeres, puede considerarse un consumo moderado y, en general, de bajo riesgo. En Alemania y Estados Unidos, por ejemplo, se considera "seguro" beber entre 7 y 14 copas a la semana (dependiendo del sexo), mientras que en Gran Bretaña el bajo riesgo lo representan seis por semana.
Pero las investigaciones publicadas en los últimos años cuestionan esa recomendación, ya que varios estudios sostienen que incluso una o dos copas al día pueden tener efectos negativos para la salud. Canadá es uno de los primeros países occidentales que se adhiere a las sugerencias de estas nuevas investigaciones.
El consumo moderado de alcohol y el cerebro
Pero, ¿qué han descubierto realmente los científicos? Un estudio publicado en Nature en marzo de 2022 ofrece algunas de las pruebas más convincentes hasta la fecha de que lo que generalmente se considera "consumo moderado" de alcohol puede dañar el cerebro.
Tras examinar las tomografías cerebrales de más de 36.000 personas de mediana y avanzada edad del Biobanco del Reino Unido, los investigadores descubrieron que las personas de 50 años que habían bebido una media de un vaso de vino de 175 mililitros o una lata de cerveza de medio litro al día durante el último año tenían cerebros que parecían 1,5 años más viejos que sus homólogos que habían bebido la mitad de esa cantidad, o nada en absoluto. Los investigadores señalaron que el envejecimiento aumentaba con el consumo de alcohol.
El estudio es uno de los más amplios realizados hasta la fecha sobre las repercusiones del consumo moderado de alcohol en el cerebro. Los investigadores definieron el consumo moderado de alcohol como el de un máximo de 14 bebidas a la semana, y el ligero, como de más de una bebida a la semana, pero menos de siete.
El vino tinto, ¿es bueno o malo para la salud?
Las pruebas de que beber en exceso es perjudicial para el cuerpo y el cerebro son concluyentes. Pero cuando se trata de beber con moderación, las cosas se complican un poco. Varios estudios publicados en las últimas décadas, incluido uno presentado justo un día antes del estudio sobre el cerebro, parecen afirmar que beber con moderación puede ser bueno para la salud.
Analizando datos también obtenidos a través del Biobanco del Reino Unido de unos 312.000 bebedores actuales, los investigadores descubrieron que consumir el equivalente en alcohol de unos 148 mililitros de vino con las comidas al día, en el caso de las mujeres, y de 296 mililitros en el de los hombres se asociaba a un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
Jeanette Tetrault, catedrática de Medicina de Yale, especializada en adicción al alcohol, dijo que era importante leer más allá de los titulares al analizar este tipo de investigaciones.
Señaló que, en realidad, el estudio se ha limitado a constatar que, si se bebe alcohol con la comida, hay menos probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2 que si se bebe alcohol sin comer. Es decir, que no se trata del hecho de que el alcohol sea bueno para la salud.
Los críticos de ese tipo de estudios también afirman que, a menudo, estos no tienen en cuenta factores socioeconómicos importantes vinculados al consumo de alcohol, y que la promoción de los beneficios del vino tinto es inherentemente sesgada. Esto se debe a que las personas con un nivel socioeconómico más alto, que a menudo ya son más sanas de por sí, son más propensas a decir que beben un vaso de vino tinto al día que las que no son tan pudientes.
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Cuanto menos alcohol, mejor
Una investigación del New York Times de 2018 reveló que los investigadores involucrados en un estudio a gran escala de 10 años que querían rastrear el impacto del consumo moderado de alcohol en la salud fueron fuertemente presionados por la industria del alcohol. Es decir, que hay que tener cuidado con los resultados que parecen demasiado buenos para ser verdad. Otro estudio, también de 2018, resultó en que no beber alcohol mejora la salud.
Si la idea es intentar mantenerse sano, un vaso de vino tinto de vez en cuando probablemente no ayudará. Tampoco es probable que haga mucho daño. Pero las nuevas directrices canadienses ponen de manifiesto un cambio en la definición de qué es un consumo "moderado" por parte de los investigadores de la comunidad científica.
Fuente: DW