Una mujer se llevó una sorpresa. Para su sorpresa, un inesperado ser viviente cayó de un árbol y aterrizó en los pies de alguien justo a tiempo para pedir ayuda. Ella solo ha podido decir que: “extendía sus alas para volar”.

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En la ciudad de Trail, en Carolina del Norte

La protagonista de esta historia se llama Joette Westerburg, quien es voluntaria de la organización Carolina Waterfowl Rescue (CWR). Este grupo se dedica al rescate de la vida silvestre, siendo una agrupación muy activa.

Durante octubre de 2023, a Joette le endosaron una misión: ubicar y rescatar a un ganso que había sido atropellado por un auto. Ella fue al sitio indicado: un lugar cercano a un estanque. Había una bandada de gansos volando.

Los gansos aterrizaron cuando ella arrojó avena en la tierra. Las aves bajaron deseosas de comer esa avena y pudo ver a un ganso que cojeaba. Esa ave, quizás, era la que debía rescatar… pero, de repente sintió algo extraño en su zapato.

La mujer sintió que algo había caído en su pie

Joette Westerburg miró su pie: algo pequeño y peludo había caído en sobre su empeine. Ella miró varios veces. Era un animalito peludo, simular a un ratón. La pelambre era rojiza y las extremidades muy largas.

- ¡Era un diminuto murciélago!

La mujer sonrió, lo recogió y lo colocó dentro de su envase de avena. Ella es creyente en las casualidades: aquel animalito cayó de un árbol y aterrizó en un árbol por un motivo. ¿Cuál era ese motivo?

Es raro toparse con murciélagos y esa era la primera vez que Joette Westerburg veía uno. No tenía experiencia con estos animales, por lo que llamó a su grupo de apoyo y les pidió consejo.

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Fuente: La Nación

El pequeño murciélago abría sus alas e intentaba volar

Le dijeron que no lo tocara con los dedos, que usara una ramita para ubicarlo sobre algún tronco. Ese murciélago necesitaba ser reubicado por su madre, ya que por el tamaño era apenas una cría.

Joette Westerburg describió como el animalito, de repente, despegaba en el aire. Pero su vuelo era torpe. ¡Aún no sabía volar! Con tan mala suerte, que cayó en el estanque y ella lo perdió de vista. ¡La mujer se asustó, temiendo que el murciélago se ahogara!​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

Fuente: La Nación

- La mujer entró al estanque para rescatarlo

Terminó empapada, metiéndose en el agua. No veía al pequeñín alada. Pero, de repente, lo detectó en la orilla del estanque. El murciélago había nadado, con torpeza, hasta ponerse a salvo. Ella lo tomó de nuevo y lo puso otra vez en el envase de avena.

Al cabo de unos minutos, Joette Westerburg vio como sus compañeros de Carolina Waterfowl Rescue llegaban y se hacían cargo del murciélago. El animal tenía un ala lastimada y le faltaba un dedo de un pie, por lo que necesitaba unos días para recuperarse.​​​​​​​​​​​​​​

La Nación

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¿Cómo se viralizó esta historia? La propia Joette Westerburg, y la gente de Carolina Waterfowl Rescue, lo compartió en redes web. Incluso, ella lo grabó en un podcast y mucha gente ha quedado conmovida con la anécdota del pequeño murciélago.

Fuente: La Nación.