¿Has visitado una playa y la has visto llena de desperdicios? Todo ese material, ahora, es aprovechado para confeccionar unos murales hermosos, hechos con residuos de las playas y que despiertan conciencia ambiental.

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¿Cómo nace esta iniciativa?

Tres mujeres, tres artistas, tres mentes y corazones que sienten que el planeta necesita ayuda. Se llaman Gisela Martínez, Eugenia Hernández y Natacha Cachetzky, quienes coincidieron como voluntarias para asear playas.

Las tres se dedican al arte y al diseño, lo cual fue un lazo en común al momento de ver lo que pasaba en las riberas de Argentina. Las playas estaban llenas de residuos plásticos, un verdadero problema ecológico.

Pero, no solo eran materiales plásticos. Hablamos de vidrios, corchos y otras cosas. Para la ecología, muchos de estos objetos no son biodegradables; perduran por siglos. ¡Pero esa larga duración es una ventaja para el arte!

Fuente: Instagram culturaecoargentina

Hacer murales con los residuos encontrados en las playas

La propuesta ganó fuerza y sus resultados se pueden observar en la cuenta de Instagram culturaecoargentina, expresado bajo el lema de “Educar a través del arte creando consciencia y responsabilidad”.

Usan cemento, corchos, vidrios rotos y muchas tapas plásticas. Una gama de objetos menudos, considerados basura, que se acumulan irresponsablemente en los litorales. Pero, que son piezas que se pueden engranar en una obra de arte.

El primero ecomural de Gisela Martínez, Eugenia Hernández y Natacha Cachetzky fue realizado en Claromecó. Esta localidad argentina cuenta con varios balnearios, siendo el polo turístico por excelencia de la zona de Tres Arroyos.

Para este mural, llegaron a recolectar la increíble cantidad de 5.000 tapitas para crear una obra de arte en una construcción medianera. Un trabajo que expone el tema de la contaminación en las playas de una manera muy original.

Estos murales han captado la atención de gran cantidad de personas. La suciedad en los balnearios ha llegado a escalas alarmantes. No obstante, ahora esa “basura en las playas” se convierte en materia prima para obras artísticas.

Reciclaje y arte: un binomio que puede salvar al planeta

Muchos materiales usados en estos murales no son biodegradables. En la naturaleza, son un problema: perduran por siglos. Pero, esta cualidad de duración extrema es muy loable para las finalidades artísticas.

Los murales de Claromecó durarán mucho tiempo. Serán parte del itinerario visual de la comunidad por varias generaciones. Además, se yerguen como un mensaje ambientalista: tanto en la obra final, como en la manera de hacerla.

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¿Qué opinas de la iniciativa de este trío de artistas argentinas? Es una excelente idea, pues las playas están abarrotadas de desechos. ¡Ya es hora de hacer algo al respecto!

Fuente: culturaecoargentina.