El autor francés Frédéric Beigbeder afirmó una vez que "el amor dura tres años", pero, ¿qué dice la ciencia sobre la duración del amor? Aunque no podemos poner una fecha exacta al amor, la neurociencia nos ofrece una visión interesante de este fenómeno emocional.

El ensayo "Neurocuídate" de Sara Teller sugiere que el amor, en su forma más apasionada, puede durar unos meses. Esto se debe a un cóctel de hormonas que se liberan durante esta etapa, incluida la norepinefrina, que causa una serie de respuestas físicas, como taquicardia, aumento de la presión arterial y excitación sexual. Estos síntomas pueden ser responsables de la ansiedad que algunas personas experimentan cuando están enamoradas.

La antropóloga Helen Fisher señala que la intensa sensación de enamoramiento es un mecanismo natural diseñado para unir a las parejas y fomentar la reproducción, en última instancia, un acto de supervivencia. Sin embargo, el estado de enamoramiento constante puede afectar negativamente la función cerebral, lo que a su vez podría influir en la vida personal y laboral.

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Fisher también señala que después de unos 12 a 18 meses de enamoramiento, las hormonas involucradas en esta intensa fase disminuyen. Esto permite que el cerebro vuelva a su funcionamiento normal y que veamos a nuestra pareja de manera más objetiva, sin la idealización que caracteriza la fase inicial.

La neurociencia sugiere que a medida que la pasión inicial disminuye, otras áreas del cerebro comienzan a tomar el relevo. La liberación de oxitocina, a menudo llamada la hormona del apego, es crucial para el desarrollo de una relación más madura. A partir de este punto, otros elementos, como el respeto, la intimidad, las metas compartidas y el compromiso, entran en juego.

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Para mantener la pasión viva en una relación a largo plazo, la testosterona y la dopamina desempeñan un papel clave. La testosterona se estimula a través de una vida sexual activa, mientras que la dopamina se alimenta realizando actividades juntos. Eduardo Calixto, un neurocientífico, agrega que existen tres requisitos fundamentales para una relación duradera: encontrar atractiva a tu pareja físicamente, admirarla y que ambos tengan éxito en sus carreras.

Entonces, mientras el amor apasionado puede tener una vida más corta, evolucionar hacia una relación más madura y profunda es un proceso natural y, a menudo, beneficioso. La ciencia nos muestra que el amor es una experiencia compleja y en constante cambio, que puede durar toda la vida si se nutre y se cuida adecuadamente.

Fuente: Revista Velvet.