Me quedan las últimas horas en Camarones, el último pueblito alguero de Chubut. Le escribo antes de irme a Carola, para pasar un rato por la casita de “Amar Algas”. El emprendimiento de Carola Puracchio nació en el 2020 producto de su amor por la cocina, el océano y el lugar que tiene su corazón.

Llego a lo de Caro y tomamos unos mates. Así te recibe ella siempre en su casa, con un cariño inmenso y la mejor de las ondas. En el tiempo que estuve en Camarones aprendí muchísimo sobre algas. Siendo honesta era poco lo que conocía, pero pasar un par de días charlando con Carola ya es suficiente para aprender. Su emprendimiento gastronómico comenzó simplemente realizando conservas de algas. Hoy en día ya se dedica a cocinar con distintos tipos además de pesca fresca recibiendo gente en su casa en un estilo de restaurant a puertas cerradas. Su principal insumo es la Undaria, una especie de alga exótica que llegó en barcos extranjeros en la década de los ‘70 y ahora está extendida por casi toda la costa patagónica.

Carola cosecha ella misma todas las especies que utiliza para cocinar. Cada mañana se acerca a Rocas Coloradas, el punto especial para cosechar en Camarones, o baja directamente desde su casita que da a la playa para poder hacer la recolección del día. Para ir a comer a Amar Algas hablas directamente por teléfono con la anfitriona, a ella le resulta cómodo hablar sin intermediarios, es algo más familiar. Se puede ir a almorzar o a cenar. Lo que nunca falta en la mesa son los buñuelos de alga Ulva (o lechuga de mar), las pastas rellenas caseras, empanadas y tarteletas, todo con la cosecha del día. El producto estrella es el escabeche de Undaria. Actualmente se encuentra tramitando los permisos para poder acercar el producto a distintas góndolas. El día de hoy Carola ya participa de la Bioferia en Buenos Aires vendiendo una gran cantidad de frascos de escabeche.

Carola se acerca todas las mañanas la costa para realizar la cosecha del día

La experiencia de comer en su casa es inolvidable, la vista al mar y la brisa salada forman parte de la pequeña estadía. Toda la comida está elaborada con amor, todo bien casero. Esto principalmente es lo que destaca a Amar Algas. La sensación de sentirse en casa desde el momento cero.

Pasión por el mar

Además de ser una gran cocinera, Carola es una apasionada del mar. Es por eso por lo que pone énfasis en cocinar con una especie exótica como la Undaria. Al ser de rápido y fácil crecimiento, le quita espacio al Cachiyuyo, que sí es autóctono y de gran importancia para los ecosistemas marinos de la Patagonia. Cosechando Undaria Carola ayuda también desde su lugar a preservar el mar y sus especies. Parte su filosofía tiene que ver con aprovechar lo que el océano nos otorga, pero desde una mirada sostenible.

Definitivamente Amar Algas es una parada obligada en Camarones. No solo por la exquisita comida sino por el cariño con el que te recibe Carola. Volver al pueblo siempre es tentador y sobre todo después de charlar un rato con su gente, y conocer historias como la de Caro, que me hacen creer que todavía existen tantas formas de vincularnos con la naturaleza como personas en el planeta.

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