Las primeras citas son experiencias llenas de misterio y expectativa. Con frecuencia nos sentimos nerviosos y no sabemos cómo actuar o reaccionar. En otras ocasiones, la inexperiencia o la indecisión nos llevan a un estado mental complicado que no nos deja disfrutar de la salida.
Por esta razón, queremos compartir contigo seis claves del lenguaje corporal con las que podrás entender un poco mejor el estado de ánimo o las intenciones de tu compañero y navegar con éxito lo que puede ser una experiencia intensa a nivel emocional.
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Se inclina hacia adelante o se aleja
Cuando alguien se inclina hacia otra persona constantemente, lo más probable es que esté expresando cuan comprometida o interesada está. Más aún cuando están en grupo, donde puede ser más difícil concentrar la atención hacía una sola persona en particular.
Po el contrario, si una persona se retira impulsivamente, es signo de que se siente amenazada o poco atraída.
Contacto visual
No hay que ser un experto para reconocer que el contacto visual puede ser una señal de atracción. La ciencia ha demostrado que las miradas intensas incrementan la intimidad entre las personas.
A menos que se trate de un contacto visual un tanto espeluznante, una mirada directa y consistente es una buena señal. Además, las pupilas se dilatan más de lo normal cuando estamos entusiasmados con algo o alguien.
Microexpresiones
Las microexpresiones son expresiones faciales o gestos físicos que ocurren durante 1,15 a 1,25 segundos, es decir que son muy breves y pasajeras. Estas expresiones son particularmente reveladoras porque son involuntarias y suelen exponer lo que alguien realmente piensa en ese momento.
Si bien son difíciles de notar, estar atento a ellas y aprender a identificarlas ayuda mucho en las primeras citas, cuando no estamos acostumbrados a los gestos de nuestro compañero.
Por ejemplo, tocarse el ojo sin que haya una basurita de por medio, significa que no le gusta lo que ve. Si se toca el oído, significa que no le cae bien lo que está escuchando
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Posiciones de bloqueo
Los expertos llaman a este tipo de señales "lenguaje del distanciamiento". Cuando nos sentimos conectados con alguien, tenemos una mayor probabilidad de dirigir nuestros hombros, rodillas y pies en su dirección. En casos en los que no estamos activamente interesados, hacemos lo contrario y bloqueamos al otro con nuestro cuerpo.
Esto puede suceder cuando cruzamos los brazos sobre el torso o cruzamos las piernas con las rodillas ligeramente levantadas para crear una barrera.
Eco o espejo
Esto sucede cuando uno de los dos realiza las mismas posturas o repite las mismas palabras que su compañero, y es un indicio de interés. Cuando alguien nos agrada, sin darnos cuenta, nos sintonizamos fácilmente con su forma de ser, y comenzamos a sentir empatía.
A veces, repetir las palabras de tu compañero o sus gestos corporales puede hacerte parecer más atractivo. Esto no quiere decir que debemos convertirnos en manipuladores del lenguaje corporal del otro, sino que, en ocasiones, terminamos actuando como un "espejo" sin siquiera darnos cuenta.
Atados de lengua
Cuando una persona actúa de manera involuntariamente torpe alrededor de alguien más, puede que sea porque está ansioso de causar una buena impresión y no pueda concentrarse en formar pensamientos coherentes.
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