Victimizarse no es algo que siempre se haga conscientemente con una (mala) intención, para culpar a otro o desentenderse de un asunto. En principio deberíamos derribar ese mito. De hecho, en la mayoría de los casos alguien que constantemente se está victimizando puede que ni siquiera lo perciba de esa manera. Por eso, en general, se trata más de una cuestión inconsciente relacionada con la propia historia personal.
Eso no quiere decir que si conocemos a alguien que se está victimizando una y otra vez no nos moleste; o que, si se trata de nosotros mismos, no nos hiera incluso que otras personas nos lo señalen.
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Todo se puede modificar; ésa es la buena noticia. Solo hace falta que podamos darnos cuenta, hacerlo consciente. Lo demás será el compromiso de querer ir hacia lo más hondo para cambiar posturas subjetivas que, quizás, hemos tenido desde siempre.
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1. Piensas que el mundo es cruel contigo: lo culpas
Si constantemente alguien siente que el mundo es un lugar hostil, que tiene mala suerte, que las cosas le pasan solo a él/ella porque todo conspira en su contra, es tiempo de detenerse un momento. Depositar afuera (en otra persona, circunstancia, etc) algo que está pasando en el interior es la primer señal para advertir que quizás se esté victimizando.
Si las cosas no están saliendo como uno quieres, mejor preguntarse: ¿qué estoy haciendo para que sucedan? Todos tenemos un gran poder de creación. Hay que tomar las riendas de la vida y animarse a salir del dolor como vía para aprender.
2. Sientes que los demás deciden por ti
Una persona que se está victimizando, por lo general, siempre deja que los demás decidan, naturalmente por ella. Pero luego, si las cosas no salen como esperaba, los culpa. ¿Qué hubiera pasado si hubiese sido al revés? Una parte importante del trabajo de dejar de victimizarse es asumir la propia responsabilidad en lo que sucede (o no) a nuestro alrededor.
3. Crees que no eres merecedor/a de lo bueno
Así como alguien que suele victimizarse debería poder comenzar a asumir su responsabilidad, como decíamos, no solo se trata de cosas "negativas". Si tomamos conciencia de nuestro poder de decisión sabremos que podremos atraer algo bueno para nosotros, porque nos merecemos ese lugar de felicidad.
4. Sientes lástima por ti mismo
Probablemente alguien que suele victimizarse esté acostumbrado al sufrimiento; ésa es su seguridad incómoda. ¡Hay que salir de la zona de confort!
5. Pasas mucho tiempo hablando de tus problemas
Si alguien se está victimizando puede que sienta que el mundo gira a su alrededor, aunque no lo vea así explícitamente. Cree que sus problemas son súper graves, que lo que le sucede "es el fin del mundo", y por eso mismo suele actuar a veces de modo egoísta o poco empático con los demás.