Durante los días con temperaturas mayores a 40° Celsius, es esencial tomar precauciones para protegerse del calor intenso y prevenir problemas de salud como la deshidratación, el golpe de calor y otros efectos adversos del calor extremo. A continuación, te presentamos diez recomendaciones fundamentales para mantenerte seguro y fresco durante los días de calor intenso.

1. Mantente hidratado

La hidratación es crucial para regular la temperatura corporal y mantener las funciones vitales. Durante los días de calor intenso, es importante beber más agua de lo habitual. Lleva siempre contigo una botella de agua y bebe pequeños sorbos de manera constante a lo largo del día, incluso si no tienes sed. Evita las bebidas alcohólicas, el café y los refrescos azucarados, ya que pueden deshidratarte aún más. Las bebidas deportivas pueden ser útiles para reponer electrolitos perdidos a través del sudor, pero el agua sigue siendo la mejor opción.

Aumenta tu consumo de frutas y verduras frescas, que tienen un alto contenido de agua y pueden ayudarte a mantenerte hidratado. Sandías, pepinos, naranjas y fresas son excelentes opciones. Recuerda que una buena hidratación también implica mantener un equilibrio de sales minerales en tu cuerpo, por lo que las bebidas isotónicas pueden ser útiles después de una sudoración excesiva.

2. Usa ropa ligera y de colores claros

La elección de la ropa es fundamental para mantenerse fresco en días calurosos. Opta por ropa ligera, holgada y de colores claros que reflejen la luz solar en lugar de absorberla. Los tejidos naturales como el algodón y el lino son preferibles, ya que permiten una mejor circulación del aire y absorben el sudor, ayudando a mantener tu cuerpo más fresco. Evita las telas sintéticas, que tienden a atrapar el calor y la humedad.

También es recomendable usar un sombrero de ala ancha para proteger tu cabeza y cuello del sol, y gafas de sol para proteger tus ojos de los dañinos rayos UV. Si es posible, lleva un paraguas o sombrilla cuando tengas que estar al aire libre por períodos prolongados.

3. Evita la exposición al sol durante las horas pico

Las horas más calurosas del día suelen ser entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Durante este periodo, trata de permanecer en interiores o en lugares sombreados tanto como sea posible. Si necesitas realizar actividades al aire libre, hazlo temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas. Organiza tu día para minimizar la exposición directa al sol durante estas horas críticas.

Si debes estar al aire libre, toma descansos frecuentes en lugares frescos y sombreados. Busca sombra en parques, debajo de árboles o estructuras que bloqueen los rayos solares directos. Utilizar protector solar con un alto factor de protección (SPF 30 o más) también es esencial para proteger tu piel de las quemaduras solares y reducir el riesgo de cáncer de piel.

4. Mantén tu hogar fresco

Mantener tu hogar fresco es clave para protegerte del calor intenso. Cierra las persianas y cortinas durante el día para bloquear la entrada de calor. Abre las ventanas por la noche y temprano en la mañana para permitir la entrada de aire fresco. Utiliza ventiladores para aumentar la circulación del aire y, si es posible, invierte en un aire acondicionado o un sistema de enfriamiento evaporativo.

Los ventiladores de techo pueden ser especialmente efectivos para mover el aire y crear una sensación de frescura. Colocar un recipiente con hielo frente a un ventilador puede ayudar a enfriar aún más el aire en la habitación. Si no tienes aire acondicionado, considera pasar tiempo en lugares públicos con aire acondicionado, como bibliotecas, centros comerciales o cines.

5. Dúchate con agua fría

Tomar duchas frías o baños de agua fría puede ayudar a reducir la temperatura corporal rápidamente y proporcionarte un alivio inmediato del calor. Si no puedes ducharte, mojarte la cara, el cuello y las muñecas con agua fría también puede ser efectivo. Mantén un atomizador con agua fresca a mano para rociarte durante el día.

Además de las duchas frías, puedes utilizar paños húmedos y fríos en las áreas donde la sangre circula cerca de la superficie de la piel, como las muñecas, el cuello, las axilas y la ingle. Esto ayudará a enfriar tu cuerpo de manera más eficiente. Mantén una toalla húmeda y fría en el refrigerador para usarla cuando necesites un alivio rápido.

6. Reduce la actividad física intensa

Durante los días de calor extremo, es importante reducir la actividad física intensa, ya que el ejercicio eleva la temperatura corporal y aumenta el riesgo de golpe de calor. Si debes hacer ejercicio, hazlo en las primeras horas de la mañana o en la tarde, cuando las temperaturas son más bajas. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio para mantenerte hidratado.

Considera cambiar tus rutinas de ejercicio al interior en lugares con aire acondicionado, como gimnasios o centros de fitness. Si no puedes evitar la actividad física al aire libre, toma descansos frecuentes y busca sombra para recuperarte. Escucha a tu cuerpo y detén la actividad si te sientes mareado, fatigado o excesivamente caliente.

7. Conoce los síntomas del golpe de calor

Es crucial reconocer los síntomas del golpe de calor, una condición potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura. Los síntomas incluyen piel caliente y seca, ausencia de sudoración, pulso rápido, dolor de cabeza intenso, mareos, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento. Si alguien muestra signos de golpe de calor, busca atención médica inmediata.

Mientras esperas la ayuda, trata de enfriar a la persona afectada llevándola a un lugar fresco y sombreado. Quita el exceso de ropa y aplica compresas frías en el cuello, las axilas y la ingle. Puedes rociar agua fría sobre la piel y usar un ventilador para ayudar a reducir la temperatura corporal. Mantén a la persona hidratada, pero evita darle bebidas muy frías que puedan causar calambres.

8. Alimentación adecuada

Durante los días de calor intenso, opta por comidas ligeras y frescas que sean fáciles de digerir. Las frutas y verduras frescas son ideales, ya que son ricas en agua y nutrientes esenciales. Evita comidas pesadas, grasosas y picantes que pueden aumentar la temperatura corporal y dificultar la digestión.

Incluir alimentos ricos en agua como melón, pepino, apio y tomates en tu dieta diaria te ayudará a mantenerte hidratado. Los batidos de frutas y ensaladas frescas son excelentes opciones para las comidas. Evita el consumo excesivo de sal, ya que puede contribuir a la deshidratación. Mantén una dieta equilibrada para asegurarte de obtener los nutrientes necesarios para tu bienestar general.

9. Protege a los más vulnerables

Las personas mayores, los niños pequeños y aquellos con enfermedades crónicas son especialmente vulnerables al calor extremo. Asegúrate de que estén bien hidratados y protegidos del sol. Visita a tus vecinos y familiares vulnerables para asegurarte de que están bien y ofréceles ayuda si es necesario. Los niños pequeños deben estar bajo supervisión constante para evitar la exposición prolongada al sol.

Proporciona un entorno fresco y seguro para los más vulnerables, utilizando ventiladores, aire acondicionado y cortinas opacas para mantener su hogar fresco. Anima a las personas mayores a vestirse con ropa ligera y a mantenerse hidratadas. Si tienen problemas de movilidad, ofréceles asistencia para realizar actividades cotidianas y asegúrate de que tienen acceso a suficiente agua fresca.

10. Planifica tus actividades con anticipación

Planificar tus actividades diarias con anticipación puede ayudarte a evitar el calor extremo y reducir el riesgo de exposición prolongada al sol. Organiza tus tareas al aire libre para las horas más frescas del día y trata de realizar actividades en interiores durante las horas pico de calor. Si necesitas viajar, utiliza transporte público con aire acondicionado o planifica rutas que ofrezcan sombra y descanso.

Lleva contigo todo lo necesario para mantenerte fresco e hidratado durante tus salidas, como una botella de agua, un sombrero, protector solar y ropa ligera. Si tienes que trabajar al aire libre, busca formas de minimizar la exposición directa al sol y toma descansos regulares en lugares frescos. Mantén una lista de lugares públicos con aire acondicionado donde puedas refugiarte si necesitas un descanso del calor.

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