La jornada laboral siempre ha estado en el foco de las personas. Y es que los debates sobre la reducción de la misma no son tema nuevo, sino que se ha tratado en diversos momentos de la historia.
Sin embargo, en los últimos años la reducción de la jornada laboral ha vuelto a estar en el ojo de la tormenta. Quizás esto tenga que ver con que en ese tiempo se han modificado las modalidades de trabajo, como las maneras de contratación y el presentismo.
Por ejemplo, en las últimas décadas, el teletrabajo fue una modalidad aplicada de manera masiva y llegó para quedarse, ya que luego de la pandemia quedó demostrado que se puede trabajar de igual manera desde el hogar, conservando la efectividad.
Pero, ¿qué tiene que ver la crisis sanitaria de los últimos años con esto? Mucho. Y es que apartando las cuestiones negativas de lado que esto implicó, también dejó muchas enseñanzas. En primer lugar, forzó a muchas personas a pasar más tiempo en sus hogares, compartir más con sus familias en algunos casos, y en otros a reconectarse consigo mismos.
Tomarse un tiempo para uno mismo, tener vida social, descansar, y conocerse más son cuestiones claves para poder llevar a cabo una vida más saludable. Sin embargo, esto no siempre ocurre ya que con las rutinas cargadas de actividades muchas veces no lo permiten.
Por eso, en ese sentido la pandemia vino a vincular a los seres humanos con las cosas más simples de la vida, los afectos, la naturaleza y las actividades que ayudan a los sujetos a desconectar y disfrutar más.
Este puede haber sido un atenuante para que el debate de la reducción de jornada laboral, que ya venía hace tiempo, así como sumar un día más al fin de semana, tome mucha más fuerza y notoriedad en las agendas públicas y mediáticas.
Y es que las personas cada vez tienen rutinas más cargadas y jornadas laborales más extensas. En muchos casos, algunos sujetos deben contar con más de un empleo para poder llegar a fin de mes y cubrir con todos sus gastos. A esto hay que sumarle los compromisos sociales, las actividades propias y de la gente que se tiene a cargo en algunos casos, el estudio, el hogar, la actividad física.
Por eso, en muchos países y lugares del mundo se está planteando esta idea de repensar los trabajos y ver de qué manera se puede lograr un equilibrio entre cumplir con las actividades y tener vida social.
Pero conozcamos un poco más sobre la medida de disminución de las horas laborales, y por qué se plantea esto.
Jornada laboral a lo largo de la historia
La disminución de la jornada laboral no es un tema que sea nuevo. A lo largo de la historia se ha debatido esta cuestión en diversas oportunidades.
Por ejemplo, en el siglo XIX con la Revolución Industrial en Inglaterra, el trabajo artesanal y de mercancías se trasladaron a las fábricas, lo que significó un progreso para la épooca pero también mayores accidentes durante la jornada laboral, mortalidad y aumento de las horas de trabajo que, en muchos casos, superaban las 14 horas.
Con el tiempo, esto, sumado a la explotación infantil y femenina de la época, aparecieron las primeras protestas. Si bien esto derivó en la creación de leyes para regular el trabajo fue recién en 1874 que surgió la reglamentación que reducía a 10 horas la jornada laboral en Inglaterra, conocida como Ley de Fábricas.
Sin embargo, este tipo de leyes eran un poco inconsistentes. Fue a finales de la segunda mitad del siglo XX que tras la lucha de los trabajadores, la jornada laboral se había establecido en ocho horas diarias o 48 horas semanales, en la mayor parte de los países que contaban con industrias importantes.
A esto se sumó el “fin de semana”. Hasta el momento se trabajaba de lunes a sábados y a partir de este proceso se propuso el cierre de fábricas a partir del sábado al mediodía y que los trabajadores pudiesen descansar hasta el lunes a la mañana. Allí, la Iglesia también colaboró con la inclusión del fin de semana para descansar con el objetivo de que los fieles asistan a las misas.
Ya para el año 1929, el sindicato estadounidense Amalgamated Clothing Workers of America logró una reducción de la jornada laboral a cinco días. Se podría decir que las jornadas de 14 horas se fueron acortando desde finales de siglo XIX hasta llegar al promedio de 8 horas diarias.
Sin embargo, varía según el país que se trate y el trabajo en cuestión. Los lugares que más horas de trabajo se registran están Estados Unidos y Japón.
En la actualidad, las leyes de trabajo plantean entre 40 y 48 horas semanales aunque la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) registra que muchos trabajadores tienen entre 10 y 12 horas diarias, lo que equivale a 60 y 72 horas semanales.
Jornada laboral extensa: cómo afectan a los humanos
Si bien en muchos casos las jornadas laborales son de 40 horas semanales, como dijimos anteriormente en algunos casos esa jornada laboral llega a 55 o 60 horas semanales, lo que no es saludable.
No se trata de una moda que se quiere imponer, sino de una necesidad de las personas vinculadas con su salud física, emocional y mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de un estudio que realizaron en 2016, las jornadas de 55 horas a la semana aumentan en promedio un 35% el riesgo de tener accidentes cerebrovasculares, y en un 17% las enfermedades cardíacas, en comparación con quienes cumplen con 35/40 horas semanales.
A estos estudios, se suman otras investigaciones de diversos especialistas que sostienen que estas largas jornadas laborales incrementan el estrés, los problemas digestivos, diabetes, presión, entre otras cuestiones. No es ilógico pensar entonces que a un gran porcentaje de la población sufre de ansiedad y estrés.
Asimismo, se suma un deterioro físico, falta de motivación producto del cansancio, estados de ánimo como tristeza, enojo, y sentirse vulnerables.
Es por ello que no sólo es un tema que está en agenda actualmente y que se ha puesto de moda hablar sobre ello, sino que es una necesidad poder debatir y repensar el tema de la jornada laboral.
Países que ya aplicaron la reducción de jornada laboral
Como se mencionó anteriormente, en muchos países se busca disminuir no sólo las horas de trabajo sino también los días dedicados a esto, para que las personas tengan más tiempo libre y logren un balance entre la vida laboral y la vida personal.
De hecho, según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), algunos países ya lograron regular su jornada laboral, disminuyendo el número de horas semanales.
En el primer lugar de esta lista aparece Países Bajos, con jornadas laborales de 29,5 horas semanales; lo que equivale a menos de 6 horas diarias. Además de que cuenta con excelentes condiciones, estabilidad y calidad de vida. En cuanto al sueldo, se dice que el salario mínimo de un profesional es de 1.485,60 euros al mes.
El listado de los países que menos horas trabajan sigue con Dinamarca, Holanda y Noruega con 32,5 horas y 33,6 horas, respectivamente.
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Ahora ya conoces la importancia de contar con tiempo para uno mismo, de espacios para realizar actividad física, mantener vida social y descansar las horas requeridas. La reducción de la jornada laboral colaboraría para que las personas puedan lograr un equilibrio entre ambas.
Fuente: Muy Interesante y La Nación