*Por Enrique Cortiñas, vicepresidente de Transformación en PepsiCo Bebidas Latinoamérica.
Conservar los recursos del planeta y cuidar de la naturaleza son temas complejos y con muchas vertientes. Nos encontramos en un punto donde, más allá de preguntarnos cómo obtener nuevos recursos, debemos buscar aprovechar al máximo los materiales con los que ya contamos. La economía circular es la clave, pues se basa en preservar y cuidar la naturaleza, y en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Con la creación e implementación de energías y materiales renovables, podemos rediseñar por completo la forma en que producimos y consumimos, al tiempo que generamos un verdadero y positivo cambio para nuestro planeta.
Reciclar es tomar acción por nuestro planeta y nuestras comunidades. Según la Fundación Ellen MacArthur, la economía circular tiene el potencial de reducir más de 600 millones de toneladas de residuos plásticos, disminuir la emisión de gases de efecto invernadero en un 25% y generar hasta 700 mil nuevos puestos de trabajo en todo el mundo.
El concepto de economía circular no es nada nuevo. Desde la década de los 70, se ha utilizado para referirse a la extensión de la vida útil de los bienes con el fin de transitar a una economía sostenible. Bajo esta mirada, la economía circular busca extraer el máximo valor del recurso durante su ciclo de vida, para luego recuperar y regenerar los materiales.
Sin embargo, aún notamos grandes brechas entre la intención y la acción. Un estudio de Wood Mackenzie determinó que, a nivel global, solo recolectamos el 48% de los 46 billones de botellas utilizadas anualmente; y que tan solo un 8% de este material obtiene una segunda vida en forma de botella.
Como una de las compañías de alimentos y bebidas de conveniencia más grandes del mundo, en PepsiCo somos conscientes del papel que podemos y debemos desempeñar en la construcción de un sistema alimentario accesible, seguro y sostenible. El plástico es un material crucial hacia este objetivo, ya que permite que los productos lleguen al consumidor con la calidad, seguridad y precio esperados. El siguiente paso está en tratarlo como lo que es: un material infinitamente reciclable.
En PepsiCo, creemos en un mundo donde los plásticos nunca se conviertan en residuos. Por eso, hace más de una década que trabajamos de la mano con la industria, el consumidor, asociaciones de recicladores y organizaciones no gubernamentales para impulsar un modelo de reciclaje inclusivo. En todo este tiempo, descubrimos y adaptamos un modelo de cinco ejes para abrir paso hacia la circularidad de nuestros empaques: el modelo de las 5Cs.
Lee también: ¿Qué son las empresas B y qué proponen para los negocios tradicionales?
Las 5Cs hacia la circularidad
Todo comienza con el Consumidor y sus hábitos de reciclaje, y las marcas tienen un papel fundamental que desempeñar en la educación y motivación para reciclar. Debemos integrar este pilar de manera natural a la esencia de nuestras marcas, a través de acciones y programas transversales a la compañía. Un ejemplo de esto es ofrecer nuestros productos en botellas retornables y/o 100% recicladas.
El material reciclable no puede ser aprovechado si no es recolectado. Por ello, resulta fundamental apoyar la creación de infraestructura que asegure altas tasas de reColección, para lo cual, PepsiCo busca la colaboración entre actores de la industria, recicladores base y ONGs. Es así como formamos parte de FARO, un programa de nuestro socio embotellador Postobón, que brinda apoyo integral a recicladores de oficio, reconociendo y fortaleciendo sus capacidades como una fuente de oportunidades sociales, ambientales y económicas en Colombia.
Una vez recolectado, el empaque se clasifica. Cuanto mejor sea la clasificación, más probable es la Conversión del material en una nueva botella y no en otra cosa. Las pacas de plástico se cortan, se lavan y se transforman en hojuelas que, a su vez, pueden usarse para crear preformas que permitan hacer botellas nuevas.
Para alcanzar la circularidad de los empaques, es necesario aumentar la tasa de inClusión de plástico reciclado (rPET) en estas preformas. En 2022, PepsiCo lanzó al mercado latinoamericano sus primeras botellas 100% recicladas. Desde entonces, hemos incluido el equivalente a 1.6 billones de botellas de rPET en nuestros envases.
Finalmente, las botellas fabricadas con plástico reciclado pueden abrir un nuevo capítulo en las relaciones con Clientes clave, al permitirles profundizar sus esfuerzos hacia la sostenibilidad de sus negocios. Estos empaques nos permiten ofrecer un mayor valor comercial a través de la ejecución de ventas, la construcción de precios y la colaboración con otras metas sustentables, como lo es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Hacia el futuro
Para nosotros, establecer la circularidad de nuestros empaques es primordial, no solo para asegurar la sostenibilidad de nuestra industria, sino también para brindar al consumidor una razón más para creer, confiar y elegir nuestros productos.
En PepsiCo Bebidas Latinoamérica, buscamos establecer una cadena de valor positiva para generar un impacto en beneficio de las personas y del planeta. Por eso, nos auto establecimos ambiciosas metas en materia de plásticos para 2030; entre ellas, asegurar que el 100% de nuestros productos vengan en empaques reciclables, compostables o biodegradables, ofrecer el 20% de nuestras bebidas en envases reutilizables, e incorporar un 50% de plástico reciclado en los empaques de nuestro portafolio.
Sabemos que los cambios trascendentales se alcanzan trabajando en conjunto, por lo que estamos haciendo equipo con nuestros embotelladores y socios de toda la región. Estamos conscientes de que siempre hay mucho por hacer y de que tenemos nuevas oportunidades por explorar, pero creemos firmemente que cada paso cuenta. Con el esfuerzo y compromiso tanto de la industria, como de nuestros colaboradores y consumidores, lograremos que los residuos sean utilizados cada vez de manera más efectiva y valiosa.