Los datos arrojados por los especialistas son fundamentales para evaluar el compromiso de los líderes y conocer más sobre los fondos que financian a estas corporaciones que utilizan los recursos naturales con fines meramente económicos por sobre la biodiversidad y pérdida de flora y fauna.
Para comenzar, es importante destacar que un estudio desarrollado por Business for Nature y la organización The B Team, notificó que un gran porcentaje de la contribución monetaria es destinada para el sector de combustibles fósiles. ¡Es preocupante!
Tal como señalan los autores, los subsidios son designados a diversos grupos. Presta atención a lo siguiente:
- USD640 mil millones a combustibles fósiles.
- USD250 mil millones en agricultura.
- USD350 mil millones en agua.
- USD155 mil millones manejo de bosques.
- USD90 mil millones para la construcción.
- USD85 mil millones en transporte.
- USD50 millones dedicado a la pesca marina.
En relación a esto, cabe reflexionar en torno a la problemática ambiental: ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que las grandes corporaciones, en complicidad con los gobiernos, continúen explotando los recursos naturales a costa de dólares para unos pocos?
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¡ES MOMENTO DE INSTAR A LAS NACIONES A QUE ESE FINANCIAMIENTO SEA EMPLEADO EN ENERGÍAS SUSTENTABLES Y RENOVABLES!
Es necesario hacer hincapié en que el cambio climático constituye una emergencia mundial, se trata de una problemática que nos incluye a todos como sociedad y por ende, es menester exigir alternativas y soluciones eficaces en miras a una economía sostenible, respetuosa y responsable con el planeta.
Por consiguiente, los aportes de Christiana Figueres, ex secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), son contundentes y dignos de reconocer y además interpelan a un cambio urgente del paradigma de producción.
“La naturaleza está disminuyendo a un ritmo alarmante y nunca hemos vivido en un planeta con tan poca biodiversidad. Al menos 1,8 billones de dólares están financiando la destrucción de la naturaleza y cambiando nuestro clima, al tiempo que crean enormes riesgos para las mismas empresas que están recibiendo los subsidios. Mientras tanto, todavía no hemos alcanzado el objetivo de financiamiento climático del Acuerdo de París de $100 mil millones por año. Los subsidios dañinos deben redirigirse hacia la protección del clima y la naturaleza, en lugar de financiar nuestra propia extinción" expresó.