Aunque estemos acostumbrados a escuchar, al caminar por la calle, un "piropo", ya sea hacia nosotros o hacia otra persona, ésa es una de las formas más naturalizadas de violencia y cosificación.
Según el Observatorio Contra el Acoso Callejero de Chile, el acoso callejero abarca distintas prácticas de connotación sexual que ejerce una persona desconocida en espacios públicos (como la calle o el transporte) o semi públicos (como la universidad), y que generan malestar en quien lo recibe, ya que no es deseado ni acordado, sino unidireccional, y genera un impacto psicológico negativo.
Estas prácticas son sistemáticas, especialmente hacia las mujeres, y las sufren desde los 12 años. Incluyen miradas lascivas, "piropos”, silbidos, besos, bocinazos, jadeos, gestos obscenos, manoseos, comentarios sexuales, fotografías y grabaciones del cuerpo no consentidas, persecución, masturbación y exhibicionismo, entre otras.
Según el informe "Paremos el acoso callejero" realizado por el movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMalá), el 100% de las mujeres encuestadas señaló haber sufrido acoso en la calle a lo largo de su vida. Al 47% de las encuestadas las siguieron en la vía pública, al 37% un hombre le mostró sus partes íntimas y el 29% fue tocada con intención sexual en la vía pública.
Pensando en esta problemática, tres adolescentes de Buenos Aires (Argentina), llamadas Lorena Sol Bedrune, Rocío Florencia Juárez y Lucía Martín, desarrollaron una aplicación para que las mujeres que sufren de acoso callejero puedan denunciarlo desde su teléfono móvil y de manera anónima.
La app recibió el nombre de “5NTAR” y permite que informen qué sucedió, cuál fue el nivel de gravedad, cuándo y en qué sitio fue realizado. Al reportar esta información, la aplicación detecta automáticamente la ubicación o bien, que también se puede cargar de forma manual.
"La idea es concientizar y generar una estadística de las zonas y horarios donde se dan este tipo de abusos", señaló una de las jóvenes. Además, será un medio más directo para hacer llegar las denuncias a las dependencias policiales y/o judiciales que correspondan.
"5NTAR" se realizó en el marco de Programando un Mundo Mejor 2016, un programa intensivo en tecnología con fines sociales y habilidades emprendedoras para chicas de secundario que fue busca fomentar la participación de mujeres en el mundo IT.
Este concurso es parte de un proyecto que, en esa edición, convocó a 21 adolescentes que realizaron un entrenamiento en desarrollo tecnológico y luego un jurado eligió los de mayor impacto social, usabilidad y nivel técnico. "5NTAR" obtuvo el tercer premio.
Para hacerlo, las mujeres de 15 años realizaron una capacitación intensiva donde aprendieron a usar App Inventor, el programa del MIT que usaron luego para el desarrollo de la aplicación.
"El proyecto está muy avanzado y esperemos que salga pronto. Lo único que falta es conseguir una base de datos más amplia para que se puedan abarcar más denuncias", explican sus creadoras.
Además, las creadoras señalaron que les gustaría trabajar de cerca con el colectivo Ni Una Menos y con otras instituciones dedicadas a estas temáticas.
Es importante mencionar, como señala el Observatorio Contra el Acoso Callejero de Chile, que: "Todas las personas tienen derecho a transitar libremente y con la confianza de no ser violentados, independiente del contexto, la edad, la hora del día o el vestuario que ocupa la persona agredida, los derechos humanos no dependen ni se suspenden por detalles del entorno. No hay excusas ni justificaciones para el acoso sexual callejero".
No es tradición, ni tampoco es sensualidad; es acoso. Pensar estas situaciones como cotidianas y "naturales" es el primer paso a desandar para poder pensar de una manera reflexiva y responsable que proteja a las mujeres, y para defender políticas que, a largo plazo, promuevan la igualdad de género, y agilicen los mecanismos para denunciar y defender los derechos de todas las mujeres.